En Navidad, es común excedernos en nuestra alimentación al consumir porciones que superan las calorías que nuestro organismo necesita. Es importante empezar a adoptar costumbres alimenticias saludables que nos beneficien y nos permitan prevenir ciertas enfermedades.
“A cada persona, le corresponden raciones y porciones de alimentos según sus necesidades personales, pero todos debemos tener mucho cuidado con los nutrientes críticos como el azúcar, el sodio, las grasas saturadas y las grasas trans”, explicó Saby Mauricio, directora de la Escuela de Nutrición Humana de la Universidad Norbert Wiener.
Leé también: Qué debe tener un buen plato de comida, según Harvard
“Mucha gente piensa que lo sano es aburrido porque hemos sido condicionados culturalmente a ver el azúcar, el alcohol y los procesados como ‘divertidos’ o ‘compensatorios’. Poderosas campañas de marketing nos han hecho crecer con esa idea, pero esos alimentos no solo no nos dan felicidad sino que nos han entregado una sociedad azotada por el sobrepeso y la enfermedad”, reflexiona la nutricionista española Beatriz Larrea.
Qué no hacer en Navidad con la comida
La Navidad es una época llena de tentaciones culinarias y celebraciones sociales que pueden poner a prueba cualquier intento de mantener el peso. “Si tu objetivo es adelgazar o mantener un estilo de vida saludable durante estas fechas, es importante identificar las prácticas que pueden sabotear tu esfuerzo”, indica Esther Montoliu Nutricionista, empresaria y mentora española. Los errores que causan indigestiones y aumento de peso durante las fiestas, son:
- Saltarse las comidas antes de un evento: llegar con hambre acumulado te lleva a comer en exceso. Optar por comidas ligeras durante el día.
- Prohibirse de placeres navideños: restringir dulces o platos típicos, genera ansiedad y posibles atracones. Disfrutar en pequeñas porciones.
- Comer rápido impide que el cerebro registre la saciedad. Masticar despacio y disfrutar cada bocado.
- Abusar de alimentos procesados: snacks y dulces industriales aportan calorías vacías. Elegir opciones saludables como frutos secos o chocolate 70% cacao.
- Tomar alcohol en exceso: el alcohol es calórico y desinhibe, aumentando el consumo de comida. Elegir opciones como vino tinto y alternar con agua.
- Olvidar la actividad física: la falta de ejercicio afecta el metabolismo. Mantenerse activo con caminatas, baile o rutinas cortas en casa.
- No planificar comidas aumenta el riesgo de consumir alimentos poco saludables. Llevar sanas opciones a reuniones.
- Picar entre comidas: los pequeños bocados calóricos se acumulan rápidamente. Preferir snacks saludables como frutas o frutos secos.
- Ceder a la presión social: no sentirse obligado a comer o beber en exceso. Aprender a decir no, gracias o priorizar porciones pequeñas.