Varios estudios científicos han comprobado que la alimentación es clave para tener una vida larga y saludable. Y eso, puede preverse mediante el análisis de los virus, bacterias y hongos que están en el intestino.
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Cuidar la microbiota o flora intestinal es una herramienta clave en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad, el cáncer de colon e incluso los trastornos mentales como ansiedad, depresión, autismo, entre otros.
Alimentos dañinos para la flora intestinal
De acuerdo con varios estudios publicados en el exterior, existen alimentos perjudiciales para la microbiota intestinal. Entre ellos, figuran:
- Alcohol: deteriora rápidamente la microbiota intestinal.
- Refrescos o gaseosas: su alto nivel de azúcar no es recomendable para el organismo.
- Alimentos ultraprocesados: pueden provocar enfermedades.
- Carnes procesadas: aumentan el riesgo de contraer cáncer.
- Helados: contienen gran cantidad de azúcar.
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“Lo más importante es que debemos aprender a cuidar la flora intestinal para que cumpla su función. Es en ese sentido que los alimentos fermentados como yogur, kéfir, chucrut, probióticos y fibras de frutas, verduras y legumbres juegan un rol clave”, remarcó Gabriel Vinderola, doctor en Química, Investigador del CONICET y docente de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral Santa Fe.
El beneficio de los probióticos para el intestino
Los probióticos son bacterias beneficiosas para el intestino. Victoria Cavoti (M.N. 111.677), médica patóloga con formación perinatal en el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, sostuvo: “Nos permiten incorporar nuevas bacterias a nuestro pool intestinal de la microbiota”.
Según explicó, se pueden encontrar probióticos en dos presentaciones: en comprimidos o jarabes recetados por el médico de cabecera o en yogures con probióticos.
“Este concepto de microbiota intestinal describe a las bacterias que conviven en armonía con nosotros y habitan el colon y el tracto genital. Miles y millones de bacterias que habitan nuestro tubo digestivo, árbol respiratorio, piel y aparato genital cumplen con roles en materia de digestión, inmunología, bienestar emocional y equilibrio inflamatorio de tejidos y sistemas”, precisó.
Por qué la microbiota intestinal afecta el estado de ánimo
Estudios científicos publicados en la revista Gastroenterología y Hepatología demostraron que hay muchas razones para cuidar la microbiota intestinal porque también afecta el estado de ánimo de las personas.
Según la Revisión Microbiota Intestinal y Salud, un desequilibrio en esta puede alterar el humor ya que las bacterias del sistema digestivo influyen en la síntesis de serotonina y casi un 90% de este neurotransmisor se produce en el intestino.
La serotonina (conocida como la hormona de la felicidad), es clave en la regulación del estado de ánimo y su carencia se asocia con síntomas depresivos. En tanto, la microbiota intestinal puede estar implicada tanto en la reducción de sus niveles como en su producción.
Un artículo de la University College Cork (Irlanda), publicado en la revista Neurogastroenterology & Motility, reveló que la depresión y la ansiedad están vinculados con una alteración en la composición de la microbiota intestinal.
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