Todos tenemos en nuestra memoria algunas experiencias que quisiéramos olvidar y, a veces, nos pasa que, por más que haya pasado mucho tiempo, las volvemos a rememorar, lo cual puede volverse frecuente y puede perjudicarnos en la salud. Si bien creemos que no hay un detonante que explique la fijación que puede tener la mente con un mal recuerdo, la realidad es que sí lo hay y es que no dormimos todo lo que deberíamos.
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El doctor Arvind Bhateja, experto indio en Neurocirugía, explica que, entre otras muchas consecuencias, la falta de sueño provoca que el cerebro esté predispuesto a evocar recuerdos negativos, lo que puede generar el desarrollo de problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
Hay que dormir entre siete y nueve horas
La Sociedad Española del Sueño asegura que la población adulta tiene que dormir con regularidad entre siete y nueve horas todos los días y nunca menos de seis horas debido a que el riesgo de desarrollar alguna enfermedad, demencia o trastornos mentales es demasiado elevado, por lo cual, el cerebro necesita descansar.
Permanecer despierto durante 18 horas es lo mismo que tener una tasa de alcohol en sangre del 0,05%, señaló la doctora estadounidense Laura Vater, especialista en Oncología y divulgadora científica de la Universidad de Indiana, que advierte que, en lo que respecta a la concentración y otras funciones cognitivas, prolongar la vigilia hasta las 24 horas equivale a tener una tasa de alcoholemia del 0,1%.

Así que poco importa que tengamos una memoria de elefante, ya que, acumular varios días sin dormir adecuadamente hace que nuestra capacidad de evocar un recuerdo se vea seriamente trastocada. No en vano, la falta de descanso está directamente conectada con la pérdida de memoria. Básicamente porque, como indica el doctor Bhateja, la memoria se codifica, estabiliza y mejora durante el sueño, pero, además, el descanso insuficiente hace que el cerebro sea selectivo a la hora de mostrarnos vivencias pasadas y empeñándose por hacerlo con las negativas.
El supresor cerebral de malos recuerdos está desactivado
En realidad, no se trata de que el cerebro, quiera castigarnos por negarle su merecido reposo sino que, como observó la Universidad de California en Irvine, existe una región cerebral, la corteza prefrontal, que es responsable de evitar que afloren los malos recuerdos, lo que no logra en caso de acumular una deuda de sueño. Y una vez desactivado este mecanismo, las vivencias negativas van a sus anchas por la mente poniendo en riesgo la salud.
Los recuerdos no son en sí ni buenos ni malos. Lo que sucede es que suelen estar asociados con emociones positivas o negativas para que tengamos recuerdos felices que nos impulsen a buscar el mismo estímulo o tristes con el objetivo de que evitemos sus estímulos asociados, puntualiza Bhateja.

Es cierto que el cerebro cuenta con una región específica para suprimir las vivencias negativas del pasado, pero de poco sirve si, como demostraron investigadores californianos, su actividad se ve mermada por la falta de descanso. Como incide el experto, la falta de sueño hace que evoquemos y nos concentremos en los recuerdos asociados con emociones negativas, y esto a menudo puede estar relacionado con problemas de salud mental graves. Por eso es muy importante dormir bien por la noche para asegurarse de mantener una actitud positiva.