La actividad física regular durante la infancia no solo contribuye al desarrollo del cuerpo, sino que también desempeña un papel crucial en la salud mental. Investigaciones recientes indican que los chicos que participan en deportes organizados presentan un menor riesgo de desarrollar trastornos como ansiedad y depresión.
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Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine señala que la participación en deportes organizados ofrece efectos protectores específicos según el género frente a varias enfermedades psiquiátricas infantiles. En particular, se observaron efectos protectores significativos en la participación en deportes organizados sobre la ansiedad y la adicción tanto en niños como en niñas, y sobre la depresión en niños.
Beneficios adicionales de la actividad física
Además de reducir el riesgo de trastornos mentales, la actividad física en chicos se asocia con múltiples beneficios:
- Mejora del estado de ánimo: el ejercicio estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que ayudan a mejorar el ánimo y reducir el estrés.
- Aumento de la autoestima: al lograr metas deportivas, los chicos desarrollan confianza en sí mismos y en sus habilidades.
- Desarrollo de habilidades sociales: participar en deportes en equipo fomenta la cooperación, el trabajo en grupo y la empatía.
- Mejora del rendimiento académico: la actividad física regular se ha vinculado con una mayor concentración y mejor rendimiento en el aula.
Estos beneficios resaltan la importancia de integrar el ejercicio en la vida cotidiana de los niños, no solo como una actividad recreativa, sino como una herramienta esencial para su desarrollo integral.
El rol de las instituciones educativas y comunitarias
Las escuelas y clubes deportivos cumplen un papel central en la promoción de la actividad física desde edades tempranas. Iniciativas que integren programas de movimiento diario, recreación activa y clases extracurriculares pueden marcar una diferencia sustancial.

Según especialistas en salud pública, el entorno escolar es uno de los escenarios más eficaces para generar hábitos duraderos. Asimismo, en contextos de alta vulnerabilidad, la presencia de propuestas accesibles y sostenidas desde el Estado o desde organizaciones civiles permite reducir brechas y favorecer el desarrollo integral de niños y adolescentes.
Cuatro recomendaciones para fomentar la actividad física en niños
Para maximizar los beneficios del ejercicio en la salud mental infantil, se sugieren las siguientes estrategias:
- Incorporar el ejercicio en la rutina diaria. Establecer horarios regulares para actividades físicas, como caminatas, juegos al aire libre o deportes organizados.
- Fomentar la participación en deportes en equipo. Estos ofrecen oportunidades para desarrollar habilidades sociales y fortalecer el sentido de pertenencia.
- Limitar el tiempo frente a pantallas. Reducir el uso de dispositivos electrónicos para promover una vida más activa.
- Ser un modelo a seguir. Los adultos que practican actividad física regularmente pueden motivar a los niños a hacer lo mismo.
Implementar estas recomendaciones puede contribuir significativamente al bienestar emocional y físico de los niños, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y confianza.