La ansiedad en el entorno laboral es más común de lo que se piensa, y aunque en ciertos niveles puede funcionar como una respuesta adaptativa, cuando se vuelve crónica puede afectar gravemente la salud mental, la productividad y la calidad de vida.
Desde la empresa española Affor Health , especializada en salud psicosocial, la psicóloga Yunue Cárdenas explicó que “la ansiedad laboral es una respuesta psicofisiológica que nos prepara para afrontar amenazas, pero cuando se convierte en trastorno, interfiere de forma significativa en la vida cotidiana”. Uno de los signos más notorios es el bloqueo mental : la imposibilidad de concentrarse, pensar o ejecutar tareas, muchas veces alimentada por el miedo al error o al juicio de los demás.
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Otros síntomas comunes son la irritabilidad, el insomnio, la falta de motivación, el ritmo cardíaco acelerado y la sudoración excesiva, especialmente en momentos de tensión como reuniones, presentaciones o al revisar correos. También es habitual sentirse mejor durante los fines de semana, pero experimentar un aumento de la ansiedad los domingos por la noche: una señal clara de agotamiento emocional vinculado al trabajo.

Según datos del informe Health on Demand, elaborado por la consultora internacional Marsh McLennan, el 48% de los trabajadores en América Latina siente ansiedad relacionada con su entorno laboral. Esta cifra confirma la necesidad urgente de estrategias y recursos para cuidar la salud mental en el ámbito profesional.
¿Qué podrías hacer si sentis ansiedad en el trabajo?
La clave está en identificar el origen del malestar y tomar medidas concretas. Algunas recomendaciones útiles:
- Hablar con tu jefe o equipo de recursos humanos si crees que tu ansiedad está relacionada con el entorno laboral. En Argentina, muchas organizaciones ofrecen Programas de Asistencia al Empleado (PAE) que incluyen apoyo psicológico.
- Pedir ajustes razonables , como modificar el horario, cambiar de espacio o funciones, o adaptar la comunicación interna.
- Planifica tus tareas de forma realista, priorizando y pidiendo ayuda cuando sea necesario.
- Tomar descansos regulares durante la jornada y establecer límites entre el trabajo y la vida personal.
- Desarrollar actividades fuera del ámbito laboral , como hobbies, deporte o momentos de ocio, para reconectar con lo que te da placer y bienestar.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), se advierte que la ansiedad y la depresión generan la pérdida de millones de jornadas laborales al año, lo que representa una pérdida global de un billón de dólares anuales .
En este contexto, la prevención y el acompañamiento profesional son fundamentales. Reconocer que algo no anda bien es el primer paso para cuidarte. Si los síntomas persisten, no dudes en buscar ayuda psicológica: la salud mental también es parte de tu rendimiento y tu calidad de vida.