Aunque la chocotorta clásica es exquisita, existen versiones más frescas y menos empalagosas. En esta variante el protagonista no es el dulce de leche, sino el café y los cítricos, como la naranja y el limón. En esta versión se usa una crema suave de queso con ralladura de limón y naranja muy deliciosa.
En esta versión se mantienen las galletitas de chocolate, pero el baño ya no es de leche ni licor, sino de café fuerte. La crema se prepara con queso crema batido, un toque de azúcar impalpable y ralladura de naranja y limón. También se puede sumar una cucharadita de esencia de vainilla o unas gotas de licor de naranja.
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La preparación es tan simple como la de la chocotorta tradicional. Se mezcla el queso crema con 2 a 3 cucharadas de azúcar impalpable, la ralladura de 1 limón y 1 naranja y unas gotas de esencia de vainilla. Mientras se prepara una taza grande de café fuerte, en el que se humedecen las galletas. Luego se arma la torta: se coloca una capa de galletas, una capa de crema y así sucesivamente.
Lo ideal es dejarla reposar al menos 6 horas en la heladera, para que las galletitas se hidraten y los sabores se integren bien.

Trucos para que la chocotorta salga perfecta
Para que esta versión cítrica de chocotorta salga perfecta, hay algunos detalles clave a tener en cuenta. El primero es el remojo de las galletitas: deben pasar apenas un segundo en el café, lo justo para humedecerse sin deshacerse. Si se empapan demasiado, la torta pierde estructura. Otro truco es usar café a temperatura ambiente o frío, para no ablandar de más las galletitas.
Respecto a la crema, conviene usar un queso crema de buena calidad, con cuerpo, para que la mezcla no quede líquida. Es fundamental batir la mezcla solo lo justo, para que mantenga su aire y textura.
Y sobre el tiempo que tiene que permanecer la torta en la heladera, es importante cumplirlo para que quede bien firme y se impregnen los sabores.