La salsa blanca es una preparación clásica en la cocina que suele ser sinónimo de cremosidad y sabor. Sin embargo, muchas recetas tradicionales incluyen ingredientes como manteca o crema, que no siempre se ajustan a quienes buscan opciones más ligeras o saludables.
Leé también: Cómo sacarle los grumos a la salsa blanca: el truco que no falla
¿Qué ingredientes necesitás para la salsa blanca?
- Leche descremada: 2 tazas (podés usar leche de almendras sin endulzar, avena o soja para una opción más ligera y sin lácteos).
- Harina de trigo o maicena: 2 cucharadas (según si preferís una consistencia más ligera o sin gluten).
- Aceite de oliva: 1 cucharada (o aceite de coco neutro si preferís evitar el de oliva).
- Nuez moscada: una pizca (para darle ese sabor característico de la salsa blanca).
- Sal y pimienta: al gusto.
- Caldo de verduras (opcional): media taza para añadir más sabor.
Paso a paso:
- Prepará la mezcla: En una sartén antiadherente, calentá la cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Agregá la harina o la maicena y mezclá bien hasta formar una pasta homogénea. Cociná durante 1-2 minutos para eliminar el sabor a crudo de la harina, pero evitá que se dore.
- Incorporá el líquido: Lentamente, verté la leche vegetal o descremada mientras removés constantemente con un batidor de mano o cuchara de madera. Esto ayudará a evitar grumos y logrará una textura suave.
- Condimentá y cociná: Añadí sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Si decidís usar caldo de verduras, incorporalo en este momento para potenciar el sabor. Cociná a fuego medio mientras mezclás hasta que la salsa espese ligeramente. Esto suele tardar unos 5-7 minutos.
- Ajustá la textura: Si preferís una salsa más ligera, podés agregar un poco más de leche o caldo hasta alcanzar la consistencia deseada. Si, por el contrario, necesitás que sea más espesa, dejá cocinar un par de minutos extra.
Leé también: Cómo elegir la salsa correcta para cada pasta: guía practica italiana
Otras variantes y tips
- Versión vegana más sabrosa: Podés añadir levadura nutricional para aportar un toque cremoso y mantener la receta 100% vegana.
- Para pastas o lasañas: Integrá hierbas frescas como tomillo, perejil o albahaca al final de la cocción para darle un sabor aún más especial.
- Textura ultracremosa: Si utilizás leche de avena casera, tendrás una textura más densa sin necesidad de añadir más espesantes.