Las lentejas son una comida muy común que se hace en todas las casas del país. Esta verdura se puede consumir sola, en una ensalada o la clásica en forma de guiso caliente durante el invierno. Además, tienen como aliado a un postre natural muy sano que es el yogur.
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Estos alimentos están asociados con ciertas ventajas para la salud. Los probióticos que contiene el lácteo son ideales para beneficiar a nuestro organismo ya que colabora con la digestión y ayuda a la flora intestinal. Por otra parte, las legumbres son conocidas por ser una fuente de hierro y fibra.
Para aprovechar todos los minerales de las lentejas es ideal que sean acompañadas por un yogur de alguna variedad de cítricos. Comerlas junto algún alimento que aporte vitamina C hace que se refuercen todos los nutrientes de origen vegetal.
Si bien este lácteo y las legumbres pueden ser grandes aliados, existe un mito que fue comprobado como falso. Este postre derivado de la leche no evita los gases que se puedan llegar a provocar luego de comerse un plato de dicha verdura.
Más allá de que las bacterias de los yogures ayuden a fermentar la rafinosa y la estaquiosa esto no hace que se reduzca la hinchazón en el vientre. Por lo tanto tomar este lácteo puntualmente para eso no va a cambiar en nada nuestro organismo.
Una recomendación para evitar los gases de las lentejas es hacer una cocción previa de las legumbres y cambiar el agua en dónde se estaban cocinando por una nueva y limpia. Sin embargo, esto hará que dicho alimento aporte menos cantidad de minerales y nutrientes.
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