En tiempos en los que todos nos preocupamos por mantener una dieta saludable y cada vez surgen más investigaciones sobre las bondades o perjuicios de los alimentos, diferentes estudios internacionales dan cuenta de la importancia de consumir la denominada fruta de oro.
Sus ventajas para el organismo están relacionadas con que su consumo aumenta los niveles de vitamina B, que cumple una función clave en la producción de glóbulos rojos. Además, mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
Leé también: La fruta de oro con más vitamina C que la naranja que pocos tienen en cuenta
Se trata de la chirimoya, una fruta originaria de la zona andina y muy común en Perú, Ecuador, Chile y Colombia. Para quienes se preguntan cómo se debe consumir esta fruta tan rica en nutrientes esenciales, no hay grandes secretos.
Bajo su piel de aspecto rugoso, este fruto esconde una pulpa jugosa, dulce y repleta de propiedades y beneficios para nuestro organismo. Existen unas 50 variedades, aunque las más habituales son las verdes (grandes y pequeñas), grises (de aspecto oxidado), y rojas o rosas (las de mayor tamaño).

“Las verdes pequeñas tienen una pulpa más compacta y dulce que las rojas”, según detalla la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que alienta a consumirlas con frecuencia.
La manera más común de consumirla es a cucharadas. Previamente hay que quitarle el tallo, abrirla al medio, y sacarle las semillas negras que tiene en su interior. Luego queda lista para comerla y disfrutar de su sabor dulce, muy parecido al de las bananas.

Como se oxida rápidamente, si no vamos a consumirla enseguida se aconseja rociarla con jugo de limón, para conservar sus propiedades y evitar que se ponga dura y su color se oscurezca.
Un dato importante es que la chirimoya madura se puede conservar a temperatura ambiente o en un lugar fresco, pero no en la heladera, ya que las bajas temperaturas pueden quitarle sabor y endurecerla.
Jugo de chirimoya
Otra manera ideal de consumir la chirimoya es hacer un jugo o batido. Hay que seguir los siguientes pasos:
- Lavar y pelar algunas chirimoyas
- Cortarlas en trozos pequeños y triturarlas en una licuadora
- En una vasija aparte, preparar un almíbar con agua y azúcar, calentando la mezcla.
- Una vez que esté frío, agregarle un poco de jugo de limón y mezclar
- Batir junto con la pulpa de chirimoya y poner en la heladera
El sistema nervioso, el cerebro y el aspecto de piel, uñas y cabello, son los más beneficiados por el aporte de las vitaminas que contiene la chirimoya. En concreto, según el portal tucanaldesalud.com se destacan los siguientes aportes:
- Tiamina o vitamina B1
- Riboflavina o vitamina B2
- Niacina o vitamina B3
La importancia de la vitamina B que aporta la chirimoya se centra en que actúa en la producción de glóbulos rojos, la absorción de hierro y el transporte de oxígeno por el cuerpo. Su deficiencia produce trastornos bucales, oculares y de la piel.
La chirimoya es fundamental para combatir la anemia, en virtud de que 200 gramos de esta fruta aportan el 8 por ciento del hierro que se precisa consumir diariamente. Como además contiene vitamina C, su absorción se ve potenciada.
Leé también: Ni manzana ni pera: la fruta ideal para comer después de cenar para mejorar el sueño, según la ciencia
Un rol clave de la fruta de oro está relacionado con el sistema nervioso, dado que ayuda a la absorción de glucosa en el cerebro. Esto facilita que las células neuronales realicen sus funciones correctamente.
La nutricionista española Elena Pérez Montero indicó que además de las vitaminas B1, B2, B3 y C, la chirimoya contiene fósforo, un mineral que es vital para la formación ósea y dental.
Otros beneficios de la chirimoya
- Mejora la salud cardiovascular
- Es un antimicrobiano natural
- Ayuda en la digestión
- Es un poderoso antioxidante
- Antidepresivo y tranquilizante
- Protege contra la osteoporosis