La relación cintura-cadera de una persona puede ser una mejor herramienta que el índice de masa corporal (IMC) para predecir problemas de salud crónicos, según un estudio publicado por JAMA Network Open.
Medir la circunferencia de la cintura dividida por la circunferencia de las caderas fue tema del estudio y para hacerlo, se midió la cintura natural más pequeña (generalmente cerca del ombligo) y la circunferencia de la cadera en su parte más ancha. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado.
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Posteriormente, los investigadores identificaron a las personas que desarrollaron problemas de salud relacionados con el peso, como la hipertensión, la enfermedad cardiaca y la diabetes tipo 2, y luego las compararon con sus mediciones. Encontraron que la relación cintura-cadera era un mejor predictor de los problemas de salud futuros de una persona que el IMC. La razón: era muy probable que la relación cintura-cadera reflejara mejor los niveles de grasa abdominal, incluida la peligrosa grasa visceral.
Según los investigadores, una relación cintura-cadera saludable para la mayoría de los hombres está por debajo de 0.95.
El fundamento de esto va más allá de la obesidad y por eso es importante. La circunferencia de la cintura se concentra en obtener un valor indirecto de la grasa subcutánea, la grasa visceral y la forma de concentración del tejido lipídico.
Cuando se habla de la forma de pera, por ejemplo, para referirse al contorno corporal, se suele referir a las mujeres que tienen una acumulación excesiva de grasa en las caderas. Del mismo modo, los términos forma de manzana u obesidad central se usan para los varones que “tienen panza”, o sea, que acumulan grasa en la región central de su cuerpo.
¿Cuerpo de pera o manzana? Riesgos de esa “pancita”
Justamente, el radio cintura/cadera es una de las mejores maneras de valorar la obesidad central. Así lo informan en la Revista Española de Cardiología. Y allí también se pone de manifiesto que este factor, en algunos pacientes, resulta más fundamental que el IMC, pues puede haber un ligero sobrepeso en personas altas, aunque con una gran acumulación de grasa abdominal.
“La grasa visceral implica un riesgo a la salud. Se acumula de manera profunda en la cavidad abdominal y empuja hacia afuera al estómago”, explica Garth Davis, cirujano bariatra del Hospital Houston Methodist de Estados Unidos. Se le llama grasa visceral porque rellena los espacios entre los órganos como el estómago y los intestinos.
No es posible practicar ejercicio dirigido específicamente a perder grasa visceral, pero cuando se pierde peso, habitualmente la grasa del estómago se va primero. El cirujano bariatra del Hospital Houston Methodist sugiere ser activos, pero no matarse con el ejercicio. Basta con 30 minutos a una hora de ejercicio 5 días a la semana y entre 8 mil a 10 mil pasos diarios, que harán una notable diferencia.
“Estamos programados para comer, por eso lo único que va realmente a ayudar a perder la grasa visceral es hacer cambios en el estilo de vida, alimentarse sanamente y ser más activo. ¡Sí se puede lograr!”, finaliza el experto.
