La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología crónica relacionada a la inhalación de humo de combustión, siendo el principal factor de riesgo el tabaquismo y, en segundo lugar -aumentando progresivamente-, el humo de biomasa (de la madera, el carbón vegetal o los residuos de las cosechas, entre otros).
La EPOC es una dolencia progresiva de inicio lento, por lo que los primeros síntomas suelen ser solapados y el principal es la falta de aire o disnea ante esfuerzos, pero también se manifiesta con tos y expectoración crónica. Esto se debe a la inflamación de la vía aérea, producto de la exposición prolongada a partículas dañinas inhaladas.
Según un estudio epidemiológico organizado por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria en colaboración con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias -INER- Emilio Coni, y el único que arroja, hasta la actualidad, datos a nivel nacional, ya en 2014 un 14.5% de la población tenía EPOC y un 75% de quienes la padecían no estaban diagnosticados.
Por lo tanto, según indicó el Dr. Walter Mattarucco (M.N. 80.161), Coordinador de la Sección Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, “nos enfrentamos a una enfermedad con alta prevalencia y alta tasa de sub diagnóstico”.
El especialista señaló que el diagnóstico requiere la realización de una espirometría, que es una prueba sencilla, no invasiva y que puede realizarse en 20 minutos, siempre en un entorno adecuado.
La EPOC y su impacto en la vida diaria
El impacto en la vida del paciente dependerá del grado de severidad al momento del diagnóstico, que estará determinado por la espirometría, los síntomas y la frecuencia de “crisis” o exacerbaciones. Muchas veces, este impacto puede afectar seriamente a las personas que la padecen.
Por esa razón, la principal estrategia es evitar la exposición a los factores de riesgo como fumar, la exposición a humos y gases tóxicos en ciertos ambientes laborales y el diagnóstico precoz.
Además, existe la llamada EPOC temprana. No es una enfermedad en sí misma, sino la descripción de algunos mecanismos que actúan en determinadas personas a lo largo de su vida y pueden confluir, según tiempo e intensidad con el desarrollo de EPOC.
Por ejemplo: el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer, así como el tabaquismo materno o tabaquismo pasivo sufrido por los niños y sus consecuencias a largo plazo, también son factores de riesgo. Las infecciones en los primeros meses de vida, la tuberculosis a cualquier edad, la predisposición genética sumados al hábito tabáquico aumentan mucho la posibilidad de sufrir EPOC.
El lema de la campaña 2022
Cada año se elige un lema para la campaña a nivel mundial, haciendo hincapié en algún aspecto particular del gran espectro de características de la enfermedad o de los pacientes y en 2022, el Día Mundial de la EPOC se conmemora este miércoles 16 de noviembre bajo el lema “Todos juntos para poner fin a la EPOC”.
Lee también Cuatro de cada diez pacientes con EPOC siguen fumando
Esta es una iniciativa global de la que ya hay publicaciones que sugieren a los países aunar esfuerzos para realizar acciones que, en su conjunto, estén dirigidas a la erradicación de la enfermedad.
Tres acciones para erradicar la EPOC
- Diagnóstico: la alta tasa de personas con factores de riesgo (tabaquismo, exposición a humo dentro de sus viviendas o en el trabajo) que desconocen su padecimiento, requieren una búsqueda activa de casos. La espirometría (fundamental para el diagnóstico) en personas con factores de riesgo y síntomas es uno de los métodos para el diagnóstico temprano. En algunos ámbitos se están evaluando estrategias para llegar a los pacientes activamente, realizando cuestionarios y estudios espirométricos en atención primaria.
- Tratamiento: llegar tempranamente y a todos los pacientes con los tratamientos adecuados. Uno de los problemas en el ámbito público es la falta de tratamiento para los pacientes con EPOC, complicando el acceso al mismo.
- En el caso de la EPOC temprana: promover estrategias para mejorar la salud materno infantil (los primeros 1.000 días), alertar a la población sobre las consecuencias del tabaquismo pasivo. Promover el control y prevención de enfermedades respiratorias infecciosas y la búsqueda de personas con alteración temprana (antes de los 45 años) de su capacidad respiratoria.