El sueño es una necesidad básica del cuerpo humano, tan importante como una dieta saludable o una rutina de ejercicio físico. Sin embargo, muchas personas no pueden dormir adecuadamente por la noche, lo que hace que el cuerpo y la mente sufran. Para tratar de resolver esto, una startup trabajó en una almohada inteligente que promete ayudar a mejorar la calidad del sueño.
El equipo, que aún se encuentra en fase de pruebas, es autoalimentado y tiene como diferencial principal el seguimiento de la posición de la cabeza. La almohada inteligente utiliza nanogeneradores triboeléctricos (un dispositivo de recolección que convierte la energía mecánica externa a nanoescala en electricidad) que adoptan formas portátiles como máscaras oculares y cinturones. Esta tecnología también puede tener la forma de sticker, sábanas y, ahora, una almohada.
Leé también: Tu almohada puede ser un bosque de hongos y gérmenes
Cómo se construyó la almohada
Para construir la almohada inteligente, los investigadores desarrollaron una capa triboeléctrica con un polímero poroso y flexible. El movimiento de la cabeza realizado en la parte superior de la almohada altera el campo eléctrico alrededor de los electrodos cercanos, generando una corriente.
Este sistema es capaz de generar un voltaje correspondiente a la presión aplicada, que podría rastrear el movimiento de un dedo trazando letras. Los sensores también pudieron capturar la distribución de una cabeza humana falsa a medida que se cambiaba de posición.
La almohada inteligente se puede utilizar para fines distintos del seguimiento del sueño. Según los creadores, el dispositivo es capaz de monitorear los síntomas de enfermedades que afectan el movimiento de la cabeza, como la espondilosis cervical, un trastorno degenerativo que afecta el cuello. Otra función es la de actuar como un sistema de alerta temprana para aquellos en riesgo de caerse de la cama.
Más allá de esos desarrollos todavía experimentales, conviene saber cuáles son los principales criterios que se deben tener en cuenta en el momento de elegir una buena almohada. Un asunto que exige todo el tiempo y atención que sean necesarios, porque con pocas cosas mantenemos un contacto tan estrecho: un tercio de la vida lo pasamos con la cabeza literalmente pegada a las almohadas.
Cuál es la mejor almohada para dormir
Lo que está claro es que la almohada debe ser confortable. Una investigación realizada en Estados Unidos demostró que, para mejorar la calidad del sueño de los adolescentes, la mejor medida que se podía tomar era proporcionarles almohadas cómodas, un recurso que además de ser accesible, fue el único que produjo una mejora en todos los casos analizados, sin importar las diferencias de edad, género y situación económica.
¿Qué hace que una almohada sea confortable? Hasta cierto punto, es cuestión de gustos. Algunas personas prefieren que sean más bien duras, de modo que al apoyar la cabeza no se hunda demasiado, mientras que otras duermen mejor con almohadas blandas y esponjosas. Eso no es lo más importante: lo que se debe observar, sobre todo, es la posición en la que quedará el cuerpo al dormir con esa almohada.
