Un grupo de científicos del Centro John Innes, en Reino Unido, logró modificar la composición genética del tomate para convertirlo en una fuente rica en vitamina D, según un estudio publicado el lunes en Nature Plants.
Los expertos utilizaron la tecnología de modificación de genes CRISPR-Cas9 para modificar el genoma de la planta de modo que el 7-DHC se acumule sustancialmente en el fruto del tomate, además de en las hojas.
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Fue así que cuando las hojas y los frutos fueron expuestos a la luz ultravioleta durante una hora, un tomate contenía los niveles equivalentes de vitamina D a los de dos huevos medianos o 28 gramos de atún.
Es sabido que la vitamina D se logra a través de los rayos UVB del sol. Niveles bajos de esta vitamina están asociados a una gran cantidad de enfermedades como el cáncer y patologías cardiológicas, entre otras. Además, regula nutrientes como el calcio, imprescindibles para mantener sanos los huesos, dientes y músculos.
Naturalmente, los tomates contienen en sus hojas un precursor clave de la vitamina, llamado provitamina D3, pero luego lo convierten en otros compuestos usando enzimas codificadas por dos genes, explicaron los especialistas en Science Daily.
Para incapacitar dichos genes, los especialistas modificaron plantas de tomate mediante la tecnología de modificación de genes CRISPR-Cas9, logrando así que la planta acumulara provitamina D3.
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De hecho, las plantas de tomate modificadas mostraron un aumento sustancial en los niveles de D3, tanto en las hojas como en los frutos, tras la exposición a la luz UVB.
Jie Li, autor principal del estudio, aseguró: “Es una gran noticia para las personas que adoptan una dieta rica en plantas, vegetariana o vegana, y para el creciente número de personas en todo el mundo que sufren el problema de la insuficiencia de vitamina D”, expresó el científico.
La falta de vitamina D duplica el riesgo de sufrir problemas cardíacos
Científicos de la Universidad de Australia del Sur comprobaron que la deficiencia de vitamina D duplica el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Además, aumenta las probabilidades de tener hipertensión en comparación con quienes tienen niveles normales.
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Para llegar a esas conclusiones, los investigadores analizaron a 270 mil personas y concluyeron que aumentar el nivel de vitamina D en aquellos con deficiencia podría haber evitado un 5% de los casos de enfermedad cardiovascular.
Los investigadores también concluyeron que la falta o carencia de vitamina D puede predisponer a sufrir hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca congestiva e inflamación crónica de los vasos sanguíneos. Además, puede alterar los niveles de hormonas como la insulina, aumentando el riesgo de diabetes.
Alimentos que proporcionan vitamina D
Además de la leche tradicional, una buena opción para llegar a la ingesta mínima de vitamina D por día son los huevos y los pescados como el salmón rosado, el atún o las sardinas. Por otra parte, si alguien prefiere no consumir leche vacuna, las leches de soja suelen venir reforzadas con esta vitamina para no generar deficiencias.
“El pescado azul, los huevos y alimentos y bebidas fortificados nos aportan vitamina D, pero en realidad son una fuente pobre. Incluso una dieta saludable puede ser deficitaria en vitamina”, advirtió Elina Hyppönen, autora del estudio científico de Australia.
De acuerdo con la especialista, la vitamina D tiene 81 funciones, entre ellas prevenir 15 tipos de cáncer distintos, evitar que los virus y las bacterias ingresen al cuerpo, que no se tenga pérdida de la densidad ósea y muscular y alejar la depresión y la hipertensión.