La palabra calistenia tiene una raíz etimológica del griego antiguo “Kallisthenés” que significa lleno de vigor. Para mucha gente, la calistenia es algo más que hacer ejercicios con peso corporal. Tiene un significado más profundo: el de buscar el conocimiento de nuestro propio cuerpo y de conectarlo con la mente.
Consiste en un conjunto de ejercicios funcionales que mejoran la movilidad, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad. Puede ayudar a prevenir caídas y lesiones en la vida diaria.
“Lo bueno de la calistenia es que no se necesita ningún equipo específico para entrenar. Basta con el propio cuerpo, material casero como sillas, puertas, o también las instalaciones disponibles en playas y paseos. Eso sí, hay que practicarlo con la supervisión de un entrenador para que ayude a hacerlo de forma correcta y personalizada según la forma física y objetivos de la persona para evitar lesiones y sacarle el máximo provecho”, recomienda Ángel Santana, instructor de musculación y personal trainer.
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En calistenia, explica el entrenador, se busca que la ejecución de cada ejercicio sea de la manera más controlada posible. A diferencia de otras disciplinas deportivas, se prioriza la calidad antes que la cantidad.
“Es un entrenamiento que implica el cuerpo completo, porque activa todas las cadenas musculares”, remarca Santana y agrega que es apto para todos los públicos, ya que se puede ajustar el nivel de intensidad, aumentando el número de repeticiones, haciendo el ejercicio más rápido o más lento, usando solo una mano o pierna, o combinando ejercicios.
“Para todos aquellos que decidan iniciarse en estos ejercicios, es imprescindible tener paciencia. Habrá que comenzar con un buen calentamiento para evitar lesiones y hacer series que no excedan las tres repeticiones”, advierte.
Los ejercicios más habituales son las flexiones, las dominadas libres o con ayuda, las sentadillas, el remo con peso libre, los crunches (para fortalecer el abdomen), las planchas frontales y laterales, los fondos de tríceps, el TRX (ejercicios en suspensión), el salto al cajón para trabajar pliometría, los fondos de pecho y los saltos a una pierna.
El aval de la ciencia a la calistenia
Una prueba científica con japoneses mayores de 60 años demostró que con ocho sencillos ejercicios de la parte inferior del cuerpo los practicantes aumentaron la fuerza y potencia de sus músculos en diez meses. Los nipones solo entrenaron seis veces al mes y ya lograron resultados, así que no es difícil adivinar los beneficiosos efectos con ejercicios más exigentes e intensos y un programa de sesiones más frecuentes.
La revista científica Physiology and Behavior reveló que después de diez semanas de entrenamientos de calistenia se mejoraron 7 de 9 parámetros físicos entre los practicantes de su experimento. Entre los puntos más destacados, está su gran impacto en el ‘core’ y la capacidad aeróbica, sin despreciar que también se gana músculo con ejercicios más específicos.
“Al principio, es probable que cueste mucho trabajo, pero con el tiempo se podrá ir aumentando el número”, asegura Santana que aconseja también utilizar guantes, ya que se pueden producir rozaduras y formarse callos.
“Hay que empezar con movimientos básicos, y luego, a medida que se mejore la fuerza, la flexibilidad, la capacidad cardiovascular y la movilidad, se puede pasar a ejercicios que son más variados y más difíciles”, concluye.