El apio es una buena opción para filtrar los desechos en los riñones y evitar la acumulación de toxinas. Al tener una potente función renal genera una óptima producción de hormonas, glóbulos rojos y, además, garantiza un buen estado de salud en los huesos.
Es un vegetal que crece en las zonas pantanosas de Europa y su nombre proviene del Celta, apon, que significa agua. Es una especie apiácea que funciona como diurético, pero tiene como punto negativo un bajo contenido energético.
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El apio es bueno para los riñones porque tiene potasio y sodio, una combianción de minerales que hacen a este alimento uno de los más diuréticos de todos. Por otra parte, alcaliniza la sangre ya que elimina los tóxicos que entran los riñones. Al tener un alto contenido de agua, suele ser imprescindible en las dietas en la cuales las personas tienen que perder peso.
Cómo se prepara el agua de apio
Es algo muy sencillo: en primer lugar, hay que lavarlo y desinfectarlo. Luego, se debe trocear y colocarlo en una licuadora con agua. El apio es un vegetal que los egipcios, griegos y romanos tenían muy presentes en sus comidas.
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Cuando no conviene comer apio
Si bien tiene una importante función renal, las personas que ya estén sufriendo una afección deben evitar este líquido. Otro detalle a tener en cuenta, es que los expertos no recomiendan que se consuma durante el embarazo.
Para terminar, es importante no excederse con las cantidades. Pasarse de diuréticos agota reservas de potasio y sales minerales. Es importante visitar a un médico para que conozca si el apio es ideal o no para utilizarlo en la dieta que uno quiera hacer.
