La piel es el órgano más amplio del cuerpo humano y está en constante renovación y en relación con el resto del organismo. El envejecimiento, se caracteriza principalmente por una mayor sequedad, arrugas y más transparencia.
Con los años, pueden aparecer manchas en las zonas expuestas al sol. Estas son comunes en la cara, el dorso de la mano y la espalda, donde la piel también suele perder elasticidad. Del mismo modo, los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles y, por ello, aparecen pequeñas zonas de sangrado bajo la dermis.
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Las rutinas para cuidar la piel según la edad
- A los 20 años, se está en un período de plenitud hormonal y máxima producción de colágeno. Entonces, según la doctora Irene Bermejo (M.N. 60.438) dermatóloga experta en láser, no puede faltar una buena limpieza, clave en la preparación de la piel para que penetren los activos que se colocan a continuación. “Sugiero usar un suero con Vitamina C, melatonina o ácido hialurónico, para nutrir la piel. Por último, un humectante, para protegerla de factores como el frío, el calor y el viento. Y si se va a salir a la calle, ¡no olvidar el protector solar!”, aconseja.
- A partir de los 30 años, la experta destaca que comienza un período en el que empieza a declinar la DHEA, la hormona de la juventud. Por eso, es importante crear una rutina de cuidado sólida que permita lucir la mejor versión en todos los años que vienen. ¿Los pasos a seguir? ”La limpieza es clave en todas las etapas de la vida. Y tener en cuenta cuál es el mejor producto para cada uno: geles para pieles oleosas, cremas livianas para pieles sanas y leches para pieles secas”, señala Bermejo.
Con la limpieza adecuada, se prepara la piel para los productos que se aplicarán a continuación.:
- El ácido hialurónico no puede faltar en tu rutina de noche, ya que va a aportar la hidratación que, con los años, la piel va perdiendo.
- La vitamina C o E también cumple un rol fundamental, porque funciona como antioxidante frente a la radiación solar.
“Además, a los 30 es el momento de empezar a incorporar ácidos: retinol, glicólico o retinoico, que actúan como renovadores celulares para que este proceso mantenga un ritmo adecuado”, remarca la dermatóloga y advierte que la humectación nunca puede faltar, sobre todo después de los ácidos, porque va a evitar que la piel se irrite.
Más allá de las cremas y productos de la piel
Según un estudio publicado por la revista Oncotarget, el ejercicio físico moderado incrementa la actividad antioxidante en el organismo. Gracias a ello, se reduce la aparición de radicales libres, que también influyen en el envejecimiento de la piel.
“El sol es el peor enemigo de la piel, ya que acelera mucho su envejecimiento. No basta solo con utilizar protectores solares; la mejor manera de reducir los daños provocados por las radiaciones es evitar tomar sol, sobre todo en las horas del mediodía, que son las de mayor intensidad”, asegura la experta y remarca que una dieta equilibrada y hacer actividad física también son parte de una rutina de skin care.
