El acné es el trastorno de la piel más frecuente en los adolescentes y puede continuar en la adultez. Causa efectos negativos sobre la imagen corporal y la autoestima. En lo físico, es resultado de la interacción compleja entre hormonas (andrógenos) y bacterias (Propionibacterium acnes).
El acné afecta a las zonas con mayor concentración de glándulas sebáceas, como son la cara, el pecho y la espalda. Su frecuencia es similar en ambos sexos.
“El 90 por ciento de los adolescentes tiene acné. Hoy se sabe que la alimentación cambió y está inflamando a todo aquel que consume alimentos procesados, industrializados. Tienen conservadores como la sacarina, sustancias como jarabe de maíz de alta fructosa y aceites hidrogenados. Son componentes que nuestro sistema inmunológico no reconoce como alimentos y generan inflamación”, explica Irene Bermejo (M.N. 60.438) dermatóloga experta en láser.
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Las primeras lesiones del acné son los comedones o espinillas. Los comedones pueden ser negros (abiertos) o blancos (cerrados). Estas lesiones suelen aparecer en la nariz, el mentón y el centro de la frente. Las espinillas blancas se inflaman con mayor frecuencia que las negras. Los quistes más grandes son obstrucciones más profundas y se suelen encontrar en las mejillas, alrededor de la nariz y en la espalda.
Hay que mantener una alimentación sana y tomar suficiente agua, por supuesto dos consejos que aplican para todo en la vida. Tener una dieta equilibrada evita la carga de alimentos muy azucarados que generan fenómenos inflamatorios al nivel de la piel y el organismo en general. Además, es importante la fotoprotección: El sol hace que la piel se ponga más gruesa y eso puede empeorar los comedones.
La isotretinoína,el fármaco más eficaz en el acné
La isotretinoína, es un tratamiento derivado de la vitamina A de uso extendido en la actualidad, y transformó el tratamiento del acné. Actúa produciendo principalmente una atrofia de las glándulas sebáceas, lo que hace que se reduzca la secreción de sebo o grasa. Además, tiene cierta actividad antiandrógena, disminuye la cohesión de las células de la piel, elimina el P. acnés (la bacteria responsable del acné) y reduce la inflamación.
“Aquellas personas que toman este principio activo deberían evitar los componentes conservantes de los alimentos que aumentan la insulina, que es una hormona proinflamatoria. La mayoría de los alimentos que ingerimos tienen estos procesos, incluso el chocolate. Cualquier tratamiento no va a poder ser efectivo si no cuidamos lo que ingerimos”, sostiene Bermejo.
Algo tan básico como tomar suficiente agua, alrededor de 2 litros al día, es de gran ayuda a la hora de eliminar toxinas del organismo y mantener la piel hidratada.
Dieta para el acné: alimentos para consumir y evitar
Llevar una alimentación antiinflamatoria consiste en retirar aquellos alimentos que contienen compuestos proinflamadores. De todos estos, se destacan cinco:
- Gluten.
- Lácteos.
- Soja y derivados.
- Azúcar.
- Alcohol.
Aproximadamente, 10.000 sustancias vegetales secundarias están presentes en la alimentación humana. Si bien aún queda muchísimo por investigar, se sabe que muchas de ellas tienen efectos antiinflamatorios, por eso es tan buena elección comer hojas como la espinaca o el kale, al igual que la manzana, la uva, el tomate, el ají y el pomelo.
“Con una alimentación adecuada, el tratamiento con láser también puede ser una opción. Mediante su aplicación logramos achicar poros, y tratar pieles con acné. Hay varias tecnologías, pero todo depende de la que mejor se adapte al paciente”, cierra Bermejo.