Todo aquel runner que pretenda mejorar los tiempos de carrera deberá tener en su rutina de entrenamiento cambios de ritmo y trabajos de velocidad, preferentemente en la pista de atletismo.
Independientemente de la distancia favorita del corredor, los entrenamientos con series son determinantes para mejorar la performance en las competencias. Este tipo de sesiones de entrenamiento se dividen en tres grupos: las series de velocidad de corta distancia, las medias y las largas.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que cada trabajo de serie tiene una función específica y que potencia algún aspecto determinado de la velocidad. Al mismo tiempo, se debe tener presente que a medida que se aumenta la distancia y la exigencia, también se debe considerar tener una mayor recuperación en los días posteriores.
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Las ventajas de las series largas en running
En las series largas, que suelen tener una distancia mayor a los dos mil metros o cinco vueltas a la pista de atletismo, se llevan adelante a ritmos cercanos a los que se tienen como objetivo en las competencias que afrontaremos.
Este tipo de series mejoran la capacidad cardiovascular, como también se aumenta el umbral aeróbico. El realizar un trabajo de series escalonadas, comenzando con una distancia más larga y finalizando con un recorrido más corto, se debe llevar a cabo incrementando el tiempo en cada bloque.
En cuanto a la recuperación, dependerá de diversos factores, tales como la cantidad de series que se realicen, las distancias que se hagan y la intensidad con la que se trabaje. En promedio se suele descansar la mitad de tiempo que te insumió la serie anterior.
Lo importante de los momentos de recuperación es bajar las pulsaciones y que de esta manera, se puedan ir cumpliendo con todo el trabajo pautado.
Las series medias y cortas
Las series de distancia media, que tienen aproximadamente entre 600 y 2000 metros, permitirán reciclar el ácido láctico, y también fortalecer nuestro corazón. Por lo general, se hacen a un ritmo un poco más rápido que el proyectado para la carrera a preparar.
Respecto a las series cortas, que son de menos de 600 metros, tienen como finalidad que el runner corra al tope de la velocidad, con la meta de mejorar el ritmo y la capacidad anaeróbica.
Es ideal realizar entre una y dos veces por semana el trabajo de series cortas. Además, tampoco se deben descuidar los ejercicios de resistencia o trabajos de fondo, que forman parte de otro tipo de entrenamiento.