El oportunista es el que cambia de opinión, postura política, equipo o ideología por interés o por conveniencia. El oportunista es el ventajero, el arribista, el trepador. Ese tipo o esa mujer que destrozó a los jubilados durante 16 años y de pronto te aparece con una bandera que dice: “Con los jubilados, no”.
Hoy, en la marcha por los jubilados, estaba el procesado por abuso sexual Fernando Espinoza. Yo le preguntaría con mucho respeto al intendente Espinoza: ¿Se acuerda de que su jefa, la doctora Cristina Kirchner, les vetó el 82% móvil a los jubilados?
Los argentinos no comen vidrio. Los que se indignan y hacen marchas y tiran piedras porque el Presidente vetó la reforma jubilatoria son los mismos que vetaron el 82% móvil hace 10 años y son los mismos que destrozaron el sistema jubilatorio en mil pedazos.
El economista Salvador Vitelli hizo un gráfico donde mostró que en 2005, el 100% de los jubilados había entrado al sistema sin moratoria. En 2008, el 50% de los jubilados habían entrado al sistema sin moratoria. En 2023 solamente el 30% de los jubilados habían entrado al sistema sin moratoria.
Esto se llama joder a los jubilados. ¿Sabés por qué? Porque hicieron que el sistema se volviera inviable, insostenible. Porque dejaron a los jubilados sin fondos para sus jubilaciones. Porque metieron gente que nunca aportó un solo peso.
Matemática pura: más gente con menos plata es igual a peores jubilaciones y la sociedad lo comprende perfectamente. El populismo perdió la magia, ya no puede hacer trampa. La sociedad también se da cuenta de que están usando a los jubilados.
¿Cuántas marchas hicieron la CGT, la CTA, Fernando Espinoza, Axel Kicillof y Gerardo Romano por los jubilados en los últimos cuatro años? Ninguna. De pronto, pierden el poder y salen a la calle.
Hay un jubilado divino que aparece solamente cuando gobierna Macri o Milei. No hay foto con Cristina. No hay foto con Alberto. No hay foto con Massa. El señor solamente levanta el cartelito con Macri y con Milei.
La sociedad no come vidrio. Fijate lo bien que reacciona una jubilada cuando se da cuenta de que una militante kirchnerista no está ahí por ellos, sino para hacer política.
Lo de la señora es extraordinario. Recontra basada la señora. Se dio cuenta de que esa chica no estaba ahí por los jubilados, sino para hablar pestes de Javier Milei. Yo te aseguro que esa jovencita no le hizo ninguna marcha ni a Alberto Fernández, ni a Cristina Kirchner ni a Massa.
Están ahí para pudrirla. Están ahí para enrarecer el clima social y político. La prueba más gráfica de lo que estoy diciendo es que en el medio de la marcha apareció hoy Pablo Moyano diciendo que la represión de Milei “es peor que Maduro en Venezuela”. La ONG venezolana Provea denunció el año pasado que las fuerzas de Maduro mataron a 9465 personas en 10 años, pero Moyano dice que esto es peor que la Venezuela chavista.
¿Dónde estaba este muchacho Moyano cuando Alberto Fernández dejó la jubilación mínima en US$90? Comiendo asados con el presidente en la Quinta de Olivos y llevándole la camiseta de su equipo de fútbol, “Deportivo Camioneros”.
Se callaron la boca. Se hicieron los boludos. Entregaron a los jubilados. El kirchnerismo hizo un ajuste salvaje y ahora hay que fumarse que estos caraduras de cuarta te hagan moralina barata.
El martes, el ex viceministro de Economía de Sergio Massa, Gabriel Rubinstein, confesó todo. ¿Sabés lo que dijo? “Yo no estaba de acuerdo con el ‘Plan Platita’. Fue una decisión del ministro”. El populismo resumido en 30 segundos. El ex viceministro de Massa confiesa que el plan “Platita” terminó arruinando a la Argentina. ¿Sabés lo que significó el Plan Platita? 12,5 puntos del PBI en emisión. El equivalente a US$70.000 millones de hoy.
Eso hizo Sergio Massa para ganar la elección y, encima, era tan malo que la perdió. ¿Y sabés lo que generó? Una inflación anual del 211% con nafta congelada, con tarifas congeladas. Eso fue el plan Platita.
Entendamos esto porque es central: imprimir plata no es gratuito. El populismo no es gratuito.
Eduardo Setti, exsecretario de Finanzas de Massa, le contestó a Rubinstein: “Qué raro que ahora salgas a decir que no tuviste nada que ver con la gestión cuando en su momento te quedabas calladito. Tuvimos muchas reuniones de trabajo de las que participaste. Hasta el último día le decías a Sergio Massa lo mucho que te gustaba ser funcionario”.
Por eso digo, no permitamos que esta gente se despegue del desastre que hicieron. Son los oportunistas de siempre que juegan con la frágil memoria de los argentinos.
Les aviso que acá van a encontrar una barrera. Les aviso que acá no vamos a permitir que la gente olvide que el populismo nos dejó en ruinas. Y ahora esos mismos se presentan como los salvadores de la patria.
Lo lamento, pero se han convertido en un improvisado club del helicóptero. Con una novedad importante: esta vez no hay nafta. El helicóptero se lo van a tener que guardar en el Instituto Patria.
Opiniones libres; hechos sagrados.