Las fiestas de fin de año ya no se viven de una sola manera. A la clásica copa de espumante se suman hoy alternativas que acompañan un consumo más consciente: aperitivos sin alcohol, espumantes 0.0% y vinos de baja graduación que permiten brindar, compartir y alargar la sobremesa sin excesos.
Lejos de tratarse de una moda pasajera, la tendencia se consolida y las marcas responden con innovación, tecnología y propuestas cada vez más sofisticadas.
Leé también: Menos calorías y el deseo de cuidarse: las razones del boom en ventas de vinos y cervezas sin alcohol
El aperitivo de siempre, ahora sin alcohol
En ese escenario, Gancia Cero es el primer aperitivo listo para tomar sin alcohol del país. El lanzamiento llega de la mano de Grupo Cepas y busca replicar el sabor del clásico Americano con soda y limón, pero en versión 0.0%.
“Notamos una búsqueda creciente por opciones sin alcohol, más consciente, diversa y equilibrada”, explica Solana Baccile, Category Manager de Aperitivos de Grupo Cepas. “Este lanzamiento nos permite ampliar las ocasiones de consumo y acercar el sabor de Gancia a más personas, en más momentos”.

El mayor desafío fue mantener la identidad de la marca. “Queríamos que, al abrir la lata, el consumidor se encontrara con el cóctel insignia de Gancia, pero sin alcohol. Fue un proceso de más de dos años de trabajo junto al equipo de investigación y desarrollo”, detalla.
Para lograrlo, se utilizó una tecnología de concentración que permite reducir y eliminar agua y alcohol sin alterar los compuestos de las hierbas. El resultado: un perfil fiel al original, con extractos botánicos y jugo de limón como protagonistas.
Espumantes livianos para brindar sin culpa
El mundo del vino también se suma a esta nueva forma de celebrar. Desde Gualtallary, Domaine Bousquet, bodega orgánica pionera, presenta LO CA Espumante Orgánico, un Brut Nature de solo 8% de alcohol, pensado para quienes buscan frescura y ligereza.
“Desde 2021 venimos trabajando en vinos bajos en alcohol y para la cosecha 2025 nos propusimos elaborar un espumante que no superara los 8 grados”, cuenta Rodrigo Serrano Alou, enólogo de la bodega. La clave estuvo en la cosecha temprana y en un trabajo preciso sobre las bases para la segunda fermentación.
El resultado es un espumante vibrante, de burbujas delicadas, acidez marcada y perfil frutado y cítrico, ideal para brindar a cualquier hora. La línea LO CA se completa con un Chardonnay orgánico de 8% de alcohol y un Malbec orgánico de bajas calorías.
Cero alcohol, pero 100% vino
Un paso más allá va Nieto Senetiner 0% Brut, presentado como el primer y verdadero espumante sin alcohol argentino. Elaborado a partir de uvas Pinot Noir del Valle de Uco, es un producto 100% vino, sin aromatizantes ni saborizantes, y con solo 15 calorías por copa.
“Crear una nueva categoría es un desafío enorme, pero creemos que escuchar y acompañar las nuevas formas de disfrutar es parte de nuestra identidad”, señala Delfina D’Alessandro, gerente de Marketing de Nieto Senetiner. El perfil del consumidor es amplio: desde millennials que alternan entre bebidas con y sin alcohol según la ocasión, hasta mayores de 45 que priorizan salud y bienestar.

El espumante conserva la elegancia y el carácter de la bodega, con un distintivo tono asalmonado y un perfil fresco, pensado para no resignar el ritual del brindis.
Bajo alcohol, identidad de origen
Desde la Patagonia, Bodega Del Fin del Mundo lanzó una línea de vinos Low Alcohol, con graduaciones que van de 6 a 9,8%. Incluye un blend de blancos, un Syrah y un Torrontés Dulce Natural, elaborados con uvas de San Patricio del Chañar.
“La Patagonia tiene un potencial enorme para este estilo de vinos. Logramos frescura y buena expresión aromática sin caer en notas verdes”, destaca Juliana Del Aguila Eurnekian, presidenta de la bodega. Una propuesta pensada para un consumo más liviano, fresco y versátil, sin perder el sello patagónico.
Aperitivos botánicos y espumantes sin alcohol
La innovación también llega desde proyectos más disruptivos, como Domaine Elena, creado por el Catena Institute of Wine, que explora bebidas sin alcohol o de bajo contenido alcohólico con espíritu vínico.
Entre ellas se destacan Nro 0 Rosae, un espumante desalcoholizado elaborado en España e infusionado con pétalos de rosas, de perfil floral y elegante, y los aperitivos Blonde y Brunette, dos propuestas botánicas argentinas sin alcohol.
Blonde es fresco, frutal y cítrico, ideal con hielo y naranja. Brunette, en cambio, apuesta a un perfil más profundo, con hierbas nativas como carqueja, tomillo y eucalipto, pensado para servirse con hielo y limón, como un vermouth contemporáneo.
Brindar distinto, celebrar igual
Las bebidas sin alcohol y de baja graduación ya no ocupan un lugar marginal. “El consumidor está cada vez más abierto a propuestas desalcoholizadas, busca disfrutar del sabor de un refrescante trago en cualquier momento. Es una alternativa para quienes eligen no tomar alcohol, ya sea por motivos personales, de salud o simplemente porque se encuentran en situaciones donde consumir alcohol no es una opción”, sostiene Baccile, del Grupo Cepas.
Se integran a la mesa de las fiestas como una elección posible —y cada vez más valorada— para quienes buscan disfrutar, compartir y celebrar a su manera.



