Las legumbres secas como los garbanzos necesitan un proceso previo antes de llegar a la olla. El remojo durante la noche anterior es casi un ritual en muchos hogares, ya que permite que las semillas recuperen hidratación y se ablanden para una cocción más uniforme. Sin embargo, cuando se trata de lentejas, las reglas pueden cambiar.
A diferencia de otros tipos de legumbres, hay ocasiones en las que las lentejas pueden cocinarse sin necesidad de remojo, siempre y cuando se trate de granos frescos recolectados en la última temporada.
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El detalle más importante que determina si las lentejas necesitan remojo o no es su grado de frescura.
- Lentejas frescas del año: son aquellas recolectadas recientemente. No están del todo deshidratadas, lo que las hace más tiernas y rápidas de cocinar. En estos casos, se pueden poner directamente en la olla sin hidratación previa.
- Lentejas secas: con el paso del tiempo, las lentejas se deshidratan más, endurecen su cáscara y requieren varias horas de remojo para poder cocerse correctamente.
Este aspecto no solo impacta en el tiempo de preparación, sino también en la textura final del plato.
El truco de Martín Berasategui para saber si necesitan remojo
El reconocido chef Martín Berasategui reveló en el programa Robin Food un método sencillo para identificar si las lentejas deben hidratarse antes de la cocción. El procedimiento es tan fácil como morder una lenteja cruda:
- Si se rompe fácilmente con los dientes, es fresca y no requiere remojo.
- Si está demasiado dura como para romperla, será necesario dejarla en agua durante la noche.
Este consejo práctico permite ahorrar tiempo en la cocina y adaptar la preparación a la calidad de la legumbre que tengamos en casa.

¿Qué pasa si ponemos a remojar lentejas frescas?
Un error común es pensar que poner a remojar lentejas frescas del año puede estropearlas. Nada más lejos de la realidad. Lo único que ocurre en este caso es que el tiempo de cocción se acorta considerablemente. En una olla convencional, las lentejas ya hidratadas pueden estar listas en apenas 35 o 40 minutos.
Es decir, si no estás seguro de la frescura de tus lentejas, el remojo nunca será un problema; solo modificará el tiempo de cocinado.
Factores que influyen en el tiempo de cocción
El tiempo necesario para cocer las lentejas no depende únicamente del remojo o de su frescura. Existen otros elementos que pueden alargar o acortar el proceso:
- La dureza del agua: en lugares donde el agua es más dura, las legumbres suelen tardar más en cocerse.
- El tipo de olla:
- En una olla rápida o a presión, las lentejas pueden estar listas en 25 minutos.
- En una olla convencional, con agua blanda, suelen tardar entre 40 y 60 minutos.
- En una olla de cocción lenta o slow cooker, el proceso puede extenderse hasta 8 horas o más, aunque a cambio se obtiene un sabor mucho más profundo.
- El tamaño y variedad de la lenteja: algunas variedades pequeñas y tiernas como la lenteja pardina requieren menos tiempo que otras más grandes.
El equilibrio entre sabor y practicidad
El remojo no solo ayuda a reducir el tiempo de cocción, también favorece la digestibilidad de las legumbres al eliminar parte de los azúcares que pueden causar malestar intestinal. Sin embargo, gracias a la frescura de ciertas lentejas, hoy es posible disfrutar de un plato saludable y nutritivo sin esperar toda la noche, como puede ser un buen guiso de lentejas.

Las lentejas son una fuente excelente de proteínas vegetales, fibra, hierro y vitaminas, lo que las convierte en un alimento indispensable en dietas equilibradas. Conocer los trucos adecuados para su preparación es fundamental para aprovechar al máximo sus beneficios.
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Entonces, ¿hay que poner las lentejas en remojo siempre? La respuesta es clara: no siempre es necesario. Si son frescas del año, se pueden cocinar directamente, ahorrando tiempo y esfuerzo. Si son más viejas o están muy secas, el remojo será tu mejor aliado.
En cualquier caso, la decisión dependerá de la frescura, el agua y el método de cocción que utilices. Con estos consejos, podrás preparar unas lentejas perfectas, llenas de sabor y listas en el menor tiempo posible.