Los chips de kale son un snack saludable y lleno de nutrientes. Son perfectos para reemplazar a las frituras clásicas y para sumar a una picada.
Aunque muchas recetas tradicionales requieren horno o microondas para lograr la textura crujiente, existen métodos simples y prácticos que permiten preparar chips de kale sin necesidad de estos electrodomésticos. Una buena idea es usar una sartén a fuego medio-bajo.
Leé más: Ni salsa boloñesa ni queso: receta de polenta rellena con espinaca y queso
Para hacer estos chips hay que lavar el kale y secarlo con papel absorbente. Después hay que sacar los tallos gruesos y cortar las hojas en tamaños pequeños. Esto puede hacerse con cuchillo o con las manos. Cuando las hojas están limpias y cortadas hay que ponerlas en una sartén antiadherente caliente y con un poquito de aceite de oliva o de girasol. Para que se cocinen de forma uniforme no hay que amontonarlas ni ponerlas una encima de la otra.
Para que las hojas no se quemen el fuego tiene que estar bajo. Los chops estarán listos cuando se hayan cocinado de ambos lados. Mientras se cocinan pueden ser espolvoreados con sal marina o condimentos.
Así preparados, los chips de kale conservan gran parte de sus propiedades nutricionales. Esto es porque no se someten a temperaturas extremas.
Con qué disfrutar estos chips de kale
Lo mejor de estos chips es que pueden disfrutarse solos o acompañados de dips y salsas. Una opción clásica es el hummus. También quedan muy bien con guacamole o con una salsa de yogurt con limón, ajo y cilantro.
También pueden comerse con un dip de berenjenas asadas o una salsa de tomate con un toque de pimienta y albahaca fresca.
Los chips de kale también pueden ser un complemento crocante para ensaladas o incluso para platos de pasta y guisos.
