Una de las cosas más lindas de ir al cine son los pochoclos. Por eso, muchos piensan que replicarlos en casa no es una tarea sencilla, debido a que no se tienen las máquinas ni los utencilios adecuados. La verdad es que se puede hacer, siempre que se siga un truco.
El ingrediente mágico es otro que la manteca clarificada, que no tiene agua ni sólidos lácteos, lo que evita que los pochoclos se pongan blandos.

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El truco para unos pochoclos perfectos
Varios especialistas utilizan un tipo específico de materia grasa para estallar los granos, y es el responsable de que los pochoclos sean más crocante, sabrosos y con esa textura ligera que tanto nos gusta. El manteca clarificada es el ingrediente que hace toda la diferencia, ya que realza el sabor sin dejar el maíz quemado.
Ayuda a distribuir mejor el calor, al asegurar que los granos estallen de manera uniforme y queden más crocantes. Además, su sabor suave y neutro permite que los condimentos se destaquen sin interferencias.
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Cómo preparar los pochoclos perfectos
- Calentar la manteca clarificada: en una olla grande, colocá aproximadamente 2 cucharadas de manteca clarificada y calentá a fuego medio.
- Probar con unos granos: agregá dos o tres granos de maíz y esperá a que revienten. Cuando los granos de prueba estallen, añadí el resto (alrededor de media taza) y tapá la olla.
- Mover la olla: mové con suavidad la olla para distribuir el calor y asegurarte de que todos los granos estallen de manera uniforme.
- Condimentar: una vez que el maíz deje de estallar, retiralo del fuego y condimentá con sal fina o los condimentos que prefieras.