La salsa inglesa es un aderezo legendario que combina un complejo equilibrio de sabores. Su versatilidad la hace ideal para aderezar carnes, sopas, ensaladas e incluso cócteles como el famoso Bloody Mary. Pese a su fama global, pocos se atreven a prepararla en casa, creyendo que su receta es un misterio inaccesible.
Lo cierto es que elaborar salsa inglesa casera puede ser sencillo. Además, tiene el beneficio de permitir personalizar los ingredientes y evitar conservantes artificiales. Su receta original, creada por los farmacéuticos ingleses Lea y Perrins, incluye una lista peculiar de ingredientes que alimentaron su carácter mítico. Sin embargo, una versión casera puede replicar su esencia con ingredientes accesibles.
Leé también: Los seis errores más comunes al preparar una salsa
Receta de salsa inglesa casera
Ingredientes:
- 1 taza de vinagre de malta o vinagre de manzana
- 1/2 taza de melaza o azúcar moreno
- 1/4 taza de salsa de soja
- 2 filetes de anchoa en aceite, triturados
- 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharadita de mostaza en polvo
- 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/4 cucharadita de clavo de olor molido
- 1/4 cucharadita de canela molida
- 1/4 taza de agua
- 2 cucharadas de tamarindo (opcional, para un toque más auténtico)
Preparación:
- En una cacerola pequeña, mezclar el vinagre, la melaza y la salsa de soja. Lleva a fuego medio hasta que comience a hervir suavemente.
- Agregar las anchoas, el jengibre, el ajo, la mostaza en polvo, la pimienta, el clavo, la canela y el tamarindo (si lo usas). Remover bien para integrar todos los ingredientes.
- Añadir el agua y reduce el fuego al mínimo. Cocinar durante 20-25 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la mezcla espese ligeramente.
- Retirar del fuego y deja enfriar. Colar la salsa para eliminar sólidos y guarda el líquido en un frasco de vidrio esterilizado.
- Conservar en la heladera y esperar al menos una semana antes de usarla para permitir que los sabores se desarrollen plenamente.
