Cuando se trata de carne a la parrilla, el limón y el chimichurri suelen ser los condimentos favoritos. Sin embargo, hay un ingrediente que los chefs usan cada vez más para transformar la carne y darle un sabor inigualable: la manteca.
Conocida por su versatilidad en la cocina, la manteca no solo aporta suavidad y sabor a las carnes, sino que también actúa como un medio ideal para incorporar hierbas y especias. Al derretirla y combinarla con romero, ajo y perejil, se logra un aderezo que potencia el gusto de los cortes a la parrilla.
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Una de las grandes ventajas de la manteca es su capacidad para ablandar la carne mientras se cocina. Al aplicarla sobre el corte caliente, forma una capa que ayuda a retener los jugos, lo que evita que la carne se reseque y logra una textura tierna y jugosa.
Además, la manteca es ideal para crear una costra dorada en la superficie de la carne. Su contenido de grasas se carameliza al contacto con el calor, lo que mejora tanto el sabor como la apariencia del corte.
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Cómo usar la manteca en la parrilla, paso a paso:
- Prepará la manteca saborizada: mezclá manteca derretida con ajo picado, hierbas frescas y sal.
- Aplicá durante la cocción: usá un pincel para cubrir la carne mientras se asa.
- Usala como toque final: una vez cocida, agregá un poco de manteca sobre el corte caliente para intensificar su sabor.
Con estos simples pasos, podés llevar tus asados a otro nivel, sorprendiendo a todos con cortes de carne tiernos, jugosos y llenos de sabor.