El flan de calabaza es una reinterpretación deliciosa y saludable de un postre clásico que se adapta a quienes buscan incorporar más vegetales en su dieta sin sacrificar el sabor. Este plato dulce combina la suavidad característica del flan con la dulzura natural de la calabaza. Es perfecto para sorprender en una comida familiar o darle un giro creativo a la tradición.
La calabaza, además de ser versátil en la cocina, es una aliada para nuestra salud. Rica en fibra, antioxidantes y vitaminas como la A y C, su consumo regular contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico y a una piel radiante.
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Su dulzura natural permite reducir el uso de azúcar en las recetas, haciéndolas más ligeras y nutritivas, sin dejar de lado el placer de lo dulce. Este flan es un excelente ejemplo de cómo integrar ingredientes saludables en preparaciones que nos brindan satisfacción y bienestar.
Preparar flan de calabaza es una forma de explorar nuevas texturas y sabores sin alejarse de la familiaridad del postre que todos conocemos. Con pocos ingredientes y un método sencillo, este postre se convierte en una propuesta para quienes buscan impresionar a sus comensales con algo distinto y delicioso.
Receta de flan de calabaza (para 4 personas)
Ingredientes:
- 500 g de calabaza cocida y hecha puré
- 4 huevos
- 200 ml de leche (puede ser entera, descremada o vegetal)
- 120 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 50 g de azúcar extra para el caramelo
Preparación:
- Preparar el caramelo: en una sartén a fuego medio, colocar el azúcar extra y dejar que se derrita sin revolver, solo moviendo la sartén para evitar que se queme. Una vez que esté dorado, verter rápidamente en un molde para flan y distribuirlo uniformemente en la base. Reservar.
- Hacer la mezcla del flan: en un bowl grande, batir los huevos con el azúcar hasta que se integren. Agregar el puré de calabaza, la leche y la esencia de vainilla. Mezclar hasta obtener una preparación homogénea.
- Verter y hornear: colocar la mezcla en el molde con caramelo. Cocinar a baño maría en el horno precalentado a 160 °C durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que al insertar un cuchillo en el centro, este salga limpio.
- Enfriar y desmoldar: una vez cocido, retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente. Luego, llevar a la heladera por al menos 4 horas. Para desmoldar, pasar un cuchillo por los bordes del molde y voltear sobre un plato grande.
