En el menú de opciones para reemplazar las carnes de origen animal, las gírgolas se posicionan como una alternativa más que válida por la textura y la turgencia de estos hongos que en la actualidad son producidos en cultivos comerciales, pero que en sus orígenes crecen en forma silvestre en las cortezas de los árboles. Se trata de buenos sustitutos alimenticios que encuentran vegetarianos y veganos.
En particular, las gírgolas se convirtieron en furor y contribuyen al enriquecimiento de la dieta gracias a una serie de propiedades: aportan proteínas, vitaminas y minerales. Por ello, no son pocos los que deciden utilizarlas como relleno para las empanadas, un clásico de la gastronomía local, incluso por encima del choclo, el pollo y el jamón y queso. Además, son de fácil acceso y su valor nutricional aparece como un aliciente.
A diferencia de variedades como los portobellos, los champiñones y los hongos de pino, tienen una consistencia más parecida a la carne vacuna y se pueden hacer hasta en milanesa. Por otra parte, producen una sensación de saciedad importante, son un poderoso antioxidante e impulsan la reparación del ADN, bajan los niveles de colesterol, previenen trastornos circulatorios e inhiben el crecimiento de células malignas que puedan generar tumores.
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A su vez, son útiles para evitar enfermedades cardiovasculares y son bajos en calorías ya que cuentan con dos tipos de fibras: los betaglucanos y la quitina, que estimulan la producción de macrófagos encargados de reconocer y atacar virus, bacterias y patógenos externos. En ese contexto, las gírgolas poseen todos los aminoácidos requeridos para el organismo humano.
Curiosamente, su producción puede ser involucrada a una eventual huerta urbana: se inocula sobre troncos y es altamente dependiente de las condiciones climáticas. A su vez, su crecimiento se vuelve predominante durante los meses de marzo, abril y mayo, hasta que comienzan las primeras heladas en distintas provincias del país. Su coloración es variada, por lo que se pueden encontrar cepas de color marrón, salmón y amarillo.
Ingredientes para preparara las empanadas de gírgolas
- Tapas de empanada
- 1 cebolla grande
- 1 cebolla de verdeo -solo será necesaria la parte verde del vegetal-
- 1/2 kilo de gírgolas
- 1/2 morrón
- Sal
- Pimienta a gusto
Paso a paso
En primera instancia, se debe desmenuzar las gírgolas con las manos y en tiritas. Luego, hay que colocarlas en un recipiente apto para horno, añadir un poco de aceite para evitar que se peguen y cocinarlas a temperatura media. Como consecuencia, podremos apreciar que los hongos pierden mucha agua: si eso ocurre, el relleno para las empanadas va a estar listo cuando termine de evaporarse por completo.
De todas formas, otra opción es cocinarlas en una sartén o cacerola. A la preparación anterior hay que agregarle el morrón y la cebolla, que ya fueron previamente salteados. Después, es necesario añadir la cebolla de verdeo cruda e incorporar a la mezcla completa la salsa blanca: hay que tener en cuenta que debe estar espesa, para evitar que durante la cocción del platillo se escape por los bordes.
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Al armar las empanadas, conviene hacerlas tradicionales con repulgue o tipo canastitas, con el objetivo de que no queden abiertas y no se derrame el interior. Por último, se deben colocar a horno medio durante 15 minutos -aunque es necesario revisar de vez en cuando- hasta que queden completamente doradas. Una vez que hayan tomado ese color, ya estarán listas para servir y disfrutar.