Las verduras de hojas verdes, como lechuga, espinaca o rúcula, suelen acumular humedad dentro del tupper, lo que provoca que a los pocos días se ablanden, se pongan babosas y pierdan su color.
Aunque este era un problema común en la cocina, existe un truco casero sencillo, económico y muy eficaz que ayuda a conservarlas frescas por más tiempo.
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Por qué funciona este método
El secreto está en controlar la humedad. Las hojas verdes liberan agua al almacenarlas en la heladera. Ese exceso de humedad acelera la descomposición.
La solución es simple: poner una servilleta de papel en la base del recipiente. Esta funciona como una esponja que absorbe el exceso de agua, manteniendo el ambiente seco. El resultado: hojas frescas, crocantes y con buen color durante varios días.

Cómo aplicar este truco
- Lavá y secá bien las hojas verdes antes de guardarlas.
- Colocá una servilleta de papel en el fondo del tupper.
- Poné las hojas encima y, si querés, agregá otra servilleta arriba.
- Cerrá bien el recipiente y guardalo en la heladera.
Este método sirve para la lechuga, rúcula, espinaca, acelga y cualquier hoja verde que quieras mantener fresca en tu heladera.
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Beneficios adicionales
- Práctico y rápido: no requiere productos especiales ni técnicas complicadas.
- Evita desperdicio de alimentos: las verduras duran más y se mantiene su calidad.
- Ahorro económico: al conservarlas por más tiempo, no hay necesidad de tirarlas.