Playa Los Muertos, Almería
Es un lugar paradisíaco, enclavado en el corazón del Cabo de Gata. Poco frecuentada, lo que la hace casi virgen, no tiene bares ni vigilancia. El acceso no es fácil y para hacerlo hay que transitar dos caminos escarpados, de 600 y 700 metros, con desniveles y muchas rocas. Su nombre se debe a que las fuertes corrientes de la zona, solían arrastrar hasta esas costas a los náufragos con mala suerte.
Playa de La Carolina, Águilas
Tiene su acceso desde Almería pero está localizada en Águilas, Murcia. De aguas transparentes y tranquilas, es ideal para quienes disfrutan de playas solitarias. Ha sido reconocida como paisaje natural protegido y forma parte de las llamadas Cuatro Calas junto con las playas Higuerica, Calarreona y Los Cocedores, un gran paraje de interés geológico y turístico. De oleaje tranquilo, arena fina y dorada, es una de las elegidas para pasar el día en familia.
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Playa Alcudia, Mallorca
Ubicada al norte de la isla, esta playa está flanqueada por dos bahías, Alcudia y Pollensa. De más de 4 kilómetros, luce arena color perla y está rodeada de una vegetación abundante. Es una de las más seguras para los niños. Es una playa popular entre los residentes locales, porque se pueden practicar deportes acuáticos como kayak. Dispone, además, de un paseo de madera con carpas y bares.
Cala d’Es Portixol, Ibiza
Es uno de los lugares más representativos de la isla, con acantilados y calas de agua cristalina. Lugar predilecto de pescadores, es un sitio idílico. Traducido en ibicenco, significa El Puertecillo, y es una pequeña ensenada protegida del oleaje y el viento situada, al norte de la isla. En una zona delimitada por acantilados, Es Portitxol actúa como auténtico refugio del temporal para pequeñas embarcaciones.
Playa de la Paella, Torredembarra
Ubicada en la provincia de Tarragona, en Cataluña, está premiada con la bandera azul, otorgada año tras año por la fundación europea de educación ambiental, basándose en una serie de requisitos relacionados con factores ambientales y naturales, y también por la infraestructura. De aguas cristalinas y arenas doradas, tiene una extensión de 8 kilómetros. Se pueden practicar deportes acuáticos y muy cerca hay un puerto deportivo y pesquero. Además, hay un paseo marítimo y una zona de acantilados, conocida como el Roquer.