El cuidado corporal completo está ganando cada vez más adeptas. Ya no hay parte del cuerpo que se quede sin atención y sin un tratamiento diario para asegurar el bienestar de cada una de las zonas. Y por mucho que sorprenda, una de las rutinas que está de moda en los últimos meses tiene que ver con la vulva.
“La gente se está dando cuenta de que discutir estos temas en última instancia conduce a una mejor alfabetización corporal y resultados de salud”, señala Bri Durkin, enfermera registrada. “El estigma en torno a estos temas crea una sensación de vergüenza para las mujeres cuando se trata de abordar sus problemas de salud. Si somos capaces de normalizar estos temas como sociedad, más fácil será para las personas que luchan con cualquier problema sentirse empoderadas sobre sus propios cuerpos y sentirse cómodas recibiendo ayuda”.
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Acuñado a partir de las palabras “vagina” y “facial”, un vagacial se enfoca en sacar cualquier cosa que obstruya los poros, ya sea suciedad o vello encarnado, para obtener una piel suave y sedosa.
En qué consiste un vagacial
El tratamiento suele durar alrededor de 50 minutos e implica una limpieza, un exfoliante suave, la extracción de pelos encarnados, la aplicación de una máscara descongestiva y un suero aclarador de la piel o un tratamiento puntual.
Se recomienda hacer un vagacial siete días después de afeitarse o recibir una depilación con cera.
Alternativamente, las marcas también ofrecen productos para personas que desean tratar la piel alrededor de sus vulvas en casa y son similares a las máscaras aplicadas a la cara.
Con respecto a las máscaras para vulvas y vagaciales, los expertos aclaran que cuantos más ingredientes haya en cualquier producto, mayor será el riesgo de una reacción. Los síntomas incluyen picazón, ardor o enrojecimiento.
Estética vaginal: riesgo en la salud y daño psicológico
“En primer lugar, la vagina no debería necesitar ningún mimo o cuidado adicional”, dijo el doctor Ryan Sobel, profesor asistente de obstetricia y ginecología en el Colegio Médico Sidney Kimmel de la Universidad Jefferson en Filadelfia.
“Si hay un problema, tienes molestias, dolor, tienes secreción, olor, eso generalmente indica que puede haber algo anormal. Puede haber una infección o puede haber una reacción a algo a lo que está expuesto. Deberías buscar atención”, recomienda.
También advirtió que los productos que se jactan de ser “totalmente naturales” también presentan este riesgo.
El ginecólogo también plantea las preocupaciones sobre cuán psicológicamente dañino es el mensaje detrás de tales productos debido a las inseguridades existentes sobre la apariencia de vaginas y vulvas. Inseguridades alimentadas por la pornografía que prioriza un tipo específico de imagen.
