Los yogures son grandes aliados a la hora de realizar colaciones o llevar una vida saludable. Es conocida la amplia gama de beneficios que aportan, que se potencia si los mezclamos con cereales o granola. Sin embargo, un estudio británico puso el ojo en este noble producto y advirtió que, en su mayoría, tienen mucha más azúcar de la que sospechamos.
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Científicos liderados por la Universidad de Leeds analizaron casi 900 yogures que pueden encontrarse en las góndolas de Gran Bretaña y determinaron que solo un 10% de ellos contienen un bajo nivel de azúcar (menos de 5 gramos por cada 100 gr de producto), mientras que en el caso de los productos para niños esa cifra disminuye al 2%.
Este nivel de azúcar los deja casi empatados con las bebidas azucaradas: de acuerdo al artículo publicado en la revista científica BMJ Open, los yogures saborizados y los orgánicos (seguidos de cerca por los que contienen fruta) tienen 13 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto. Las gaseosas tienen, en promedio, 10,6 gramos por cada 100 ml. En Inglaterra, el Sistema de Salud Británico (NHS) aconseja una proporción de 5 gr de azúcar por cada 100 de producto.
En el rubro infantil los expertos también se han llevado una sorpresa: de los 101 productos que analizaron, solo dos tenían menos de 5 gr de azúcar por cada 100 gr de producto. De hecho, el promedio ascendió a 10,9.
Una de las autoras se refirió en particular a los lácteos considerados saludables, como los orgánicos o los derivados de soja: “en estos casos, el azúcar suele usarse como edulcorante para contrarrestar la acidez natural del ácido láctico producido por los cultivos presentes en el yogur. Estos microorganismos son los que aportan beneficios al sistema digestivo”.
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“Mientras el yogur puede ser un motivo de preocupación menor ante las bebidas azucaradas o los jugos de frutas, es preocupante que este producto sea percibido como una ‘comida saludable’ y no se lo reconozca como una fuente de azúcar libre o añadida”, escribieron los autores. “Los padres deberían darse cuenta que no todos los lácteos de este tipo son iguales, aquellos naturales son los más saludables”, completaron.
