Ya lo sugerían las abuelas: dos cucharadas soperas de miel en el té con limón son suficientes para recubrir y proteger las mucosas irritadas por la tos. Es por sus enzimas, proteínas y otras sustancias vegetales que son activas contra las bacterias. La medicina probó que la miel tiene buen perfil de seguridad y recomienda su uso sólo en mayores de un año de edad.
Expertos de la Universidad de Oxford revisaron 14 estudios que compararon la eficacia de la miel con los supresores de la tos, los antihistamínicos y los analgésicos al tratar los síntomas de la infección respiratoria alta, que incluyen tos y resfrío. Pudieron ver que la miel era "superior" en el alivio no solo de la tos, sino también del dolor de garganta y la congestión, y a diferencia de otros medicamentos, no tenía efectos secundarios dañinos.
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En concreto, redujo la frecuencia de tos en un 36 por ciento en los pacientes y redujo su gravedad en un 44 por ciento. No sólo esto, también había evidencia de que la miel reduce el tiempo que una persona en promedio, tarda en recuperarse.
"La miel se asoció con una importante baja en la puntuación combinada de los síntomas, la frecuencia y la gravedad de la tos", dijo el estudio en el British Medical Journal. Los autores también dijeron que el uso de miel para las infecciones podría reducir la sobreindicación de antibióticos.
Los expertos destacaron que los médicos deberían pedirle a los pacientes que tengan una cucharada de miel ante la tos y los resfríos, ya que la mayoría de estos son causados por virus.
En el caso de la difenhidramina antihistamínico, la miel fue "significativamente mejor", ya que redujo la gravedad de la tos en un 50 por ciento. Además, dos de los estudios mostraron que los síntomas duraron de uno a dos días menos entre las personas que estaban siendo tratadas con miel.
"Cuando los médicos deseen prescribir para las infecciones respiratorias altas, recomendamos la miel como alternativa. Es eficaz y nada dañina en comparación con las opciones de cuidado habitual y evita causar daños a través de la resistencia a los antimicrobianos", concluye el resumen de la investigación.