Cuando las visitas al baño para mover el intestino se reducen de un momento a otro y sin motivo aparente, hay que prestar atención, ya que es un indicador de estreñimiento. Si bien cada persona es diferente, ir sólo dos o tres veces por semana es una alarma.
"Las causas pueden ser varias: deshidratación, falta de fibra en la dieta, inactividad física, depresión, hipotiroidismo, trastornos del piso pelviano o efectos secundarios de medicamentos como antidepresivos, psicofármacos o abuso de laxantes", detalla a Con Bienestar el doctor Fabio Nachman (M.N. 96.066), gastroenterólogo.
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Para superar o evitar el estreñimiento, Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología de la Fundación Favaloro y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, recomienda:
- Realizar actividad física regular y evitar el sedentarismo.
- Llevar a cabo una dieta variada rica en verduras, frutas y legumbres.
- Hidratarse de forma adecuada.
- Respetar horarios y generar un hábito de ellos.
- No reprimir la necesidad de ir al baño.
"Si esto persiste o no tiene mucha explicación, la recomendación no es automedicarse, ni seguir recomendaciones de nadie que no sea de un especialista luego de realizar la consulta", concluye Nachman.