Si buscar excusas para hacer ejercicio fuese un deporte olímpico, habría muchos candidatos al podio, ya que, si bien es una de las recomendaciones de los especialistas para mantenerse saludable, varias personas evitan hacer actividad física.
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Entre otras excusas, señalan las siguientes:
- “No tengo tiempo”
- “Tengo un cansancio que no me deja vivir”
- “Tengo que llevar a los chicos a una actividad extraescolar”.

Hacer algún deporte también con amigos es beneficioso. (Foto: Adobe Stock)
Muchos de los motivos que argumentamos para no movernos son los mismos por los que deberíamos hacerlo, señalan los entrenadores españoles Salvador Fernández Lizana y Álvaro Magnusson, head coaches de crossfit, quienes dieron a conocer las siete excusas más habituales para evitar el entrenamiento.
Las siete excusas
- “Los niños demandan mucho”. Los hijos son una de las excusas más habituales para no hacer deporte, pero inculcarles la importancia de hacer ejercicio es fundamental y hacerlo con el ejemplo es imprescindible. Los pequeños aprenden observando y ver a sus padres practicar cualquier deporte les enseña que el ejercicio no solo es saludable, sino también divertido y parte de la vida diaria. Además, compartir momentos deportivos en familia fortalece los lazos, fomenta la disciplina y promueve valores como el esfuerzo y la perseverancia, explican los entrenadores.
- “Me duelen cosas”. Hay dolores o molestias que hay que observar y, si persisten, acudir a un especialista, pero algunos desaparecen cuando el cuerpo se ejercita. Hacer deporte es la mejor manera de prevenirlos y como sugiere la investigación de la Universidad Ártica de Noruega, pasar de la actividad ligera a moderada se asocia con un 16% menos de dolor generalizado. Los coaches dicen que entrenar con regularidad es la mejor forma de prevenir dolores, además de aliviar los que ya existen. “El ejercicio fortalece músculos y articulaciones, mejora la postura y mantiene el cuerpo flexible, evitando tensiones y sobrecargas. Además, activa la circulación y reduce el estrés, dos factores que también influyen en el dolor físico”, indican.
- “No me quedan minutos en el día”. El famoso “no me dan las horas” es la excusa por excelencia. Ahora bien, ¿cuánto pasamos enganchados al celular o viendo alguna serie en una plataforma? Al incluir la rutina deportiva en nuestro día a día, aprendemos a optimizar el tiempo. “Hoy en día con la cantidad de videos o aplicaciones de deporte que hay, el que no entrena es porque no quiere. En 15 minutos, podés hacerlo en casa sin necesidad de ningún material”. aclaran los dos expertos.
- “Me puede el cansancio”. Aunque pueda parecer lo contrario, hacer deporte no agota la energía sino que la recarga. La actividad física activa la circulación, oxigena el cuerpo y estimula la liberación de endorfinas, lo que se traduce en una mejora del ánimo y la vitalidad. Al movernos, el organismo se fortalece y aprende a usar mejor su energía, ayudándonos a rendir más en el día a día, según lo confirma el estudio The Effect of Chronic Exercise on Energy and Fatigue States publicado en la revista Frontiers in Psychology.
- “Me sobran kilos, no voy a poder”. Un buen profesional del deporte sabrá adaptar el nivel de exigencia de cada entrenamiento a nuestra forma física y nos ayudará a perder peso, siempre que lo acompañemos de una dieta adecuada, entre otros hábitos saludables.
- “Me aburre”. Hay una larga lista de disciplinas deportivas y en cada una, diversas opciones de intensidad. Lo más probable es que no las hayamos probado todas y que haya algunas que vayan más con nosotros. Cambiar de rutina o aprovechar el rato de entrenar para ir con amigos, puede ser un aliciente para hacer más deporte.
- “Estoy mayor”. Fernández Lizana y Magnusson advierten que hay que saber adaptar los movimientos a las limitaciones de cada uno, pero el trabajo mejorará la calidad de vida sin ninguna duda. “Creemos en el lema de envejecer siendo más joven”, expresan. En otras palabras: la edad no es más que otra de las muchas excusa para no hacer deporte que hay que ir olvidando.



