Durante Navidad y Año Nuevo, nos reunimos con familia y amigos a compartir lindos momentos, pero como todos los años, la comida es la figura principal del evento. Por eso, es muy difícil no caer en los excesos que nos proponen las mesas repletas de alimentos altos en calorías, grasas y azúcares, más aún con un fin de fiestas lleno de dulces.
Lo importante es recordar que podemos cuidar nuestra salud, especialmente en lo que respecta a la alimentación. En principio, se deben evitar los excesos de comidas y bebidas lo que nos permitirá disfrutar mejor de los momentos de festividad.
Debemos evitar ayunos prolongados los días anteriores a las fiestas o incluso el mismo día, ya que nos dejará una ‘’deuda’' de comida que repercutirá directamente en los festejos provocando una mayor ingesta de alimentos de bajo valor nutricional. En este punto en particular, es indispensable evitar saltear las comidas principales: esta es la mejor estrategia para llegar sin ansiedad a las cenas del 24 y 31 de diciembre.
Durante las fiestas, es recomendable recordar que el plato debe ser equilibrado, por lo menos la mitad debería estar compuesto por verduras. Lo ideal es optar por preparaciones que tengan muchos vegetales e intentar realizar comidas caseras, eligiendo las elaboradas con alimentos frescos o naturales. Estas son generalmente más saludables y por otro lado adecuadas a las altas temperaturas de esta época del año. También es recomendable elegir las opciones de carnes más magras quitando la grasa visible.
Los alimentos que hay que evitar en las Fiestas
Por otro lado, en las fiestas hay que limitar el consumo de golosinas, caramelos, amasados de pastelería y productos de copetín como palitos salados, papas fritas de paquete, nachos o maní saborizado, entre otros. Una buena alternativa es elegir frutas como postre o preparaciones que las contengan como por ejemplo ensaladas o áspic de frutas.
Otra elección posible es reemplazar los snacks ultraprocesados por alimentos más naturales y nutritivos: frutos secos como las almendras, castañas de cajú, nueces o pistachos. Todos son ideales para la ocasión, siempre cuidando el tamaño de la porción ya que son altos en nutrientes, pero también en calorías.
Finalmente, la recomendación es evitar el consumo excesivo de alcohol. Con respecto a los días siguientes a los festejos, es importante retomar las comidas habituales con la incorporación de verduras, lácteos descremados, carnes magras, frutas y cereales, respetando las cuatro comidas principales y obviar caer en dietas restrictivas como paliativo para compensar lo ingerido durante los días festivos.
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Es recomendable ante cualquier duda o inquietud acerca de planes alimentarios y alimentación consultar con un licenciado en Nutrición que es la persona más capacitada para guiarnos y ayudarnos.
(*) La licenciada Gimena Masero (MN:10.923) es diplomada en Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Autora de Reconectando con el Sabor y Reconectando con los Hidratos ¿Aliados o Enemigos en la Diabetes?
