El brócoli es un vegetal que muchos argentinos incorporan a su dieta. Sin embargo, no todos conocemos sus múltiples bondades. Ahora, investigadores han revelado que también es beneficioso para la vista.
Según dijeron, esta planta ayuda a proteger la vista del sol (de los rayos solares), gracias al omega-3. “En la parte de la mácula están unos pigmentos naturales como la luteína y la zeaxantina, que defienden de los rayos UVA del sol, y el brócoli puede mejorar los pigmentos maculares y, por lo tanto, la capacidad de proteger de los rayos solares, mejorando la salud ocular”, indicaron los investigadores.
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Sabemos que la salud ocular puede verse afectada por la edad, la genética o enfermedades de base que van deteriorando la visión. Además, la constante exposición a las pantallas aumenta las probabilidades de experimentar alguna afección visual.
Al parecer, el brócoli evita la retinosis pigmentaria, que es un conjunto de enfermedades oculares crónicas de origen genético y de carácter degenerativo.
Propiedades del brócoli
Esta verdura, además de contener buenas cantidades de fibra y ciertos minerales, se destaca por otras cuestiones. Posee un elevado poder antioxidante, justificado por su contenido en vitamina C (con 100g de brócoli se cubren las necesidades diarias de esta vitamina), y en betacarotenos.
Contiene minerales como calcio, potasio, fósforo, hierro, vitaminas A y C, B1, B2 y B6, y ácido fólico. También posee nutrientes como el sulforafano, que evita que las células precancerosas se malignicen, induce a la muerte de células enfermas e impide la aparición de vasos por los que se alimenta y se desarrolla un tumor.
El brócoli yuda a prevenir el cáncer
El brócoli ha sido asociado a la prevención de diversos tipos de cáncer, debido a sus nutrientes antioxidantes y fibra, y a sus sustancias fitoquímicas entre las que destaca el sulforafano.
En un artículo publicado en la revista Science, un grupo de investigadores de Boston (Estados Unidos), dirigidos por Pier Paolo Pandolfi, director del Centro de Cáncer e Instituto de Investigación del Cáncer en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, demostró que la interacción del gen detectado, conocido como WWP1, y de un compuesto del brócoli suprimió el crecimiento tumoral en animales de laboratorio propensos al cáncer.
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“Encontramos un nuevo jugador importante que impulsa un camino crítico para el desarrollo del cáncer, una enzima que se puede inhibir con un compuesto natural que se encuentra en el brócoli y otras verduras crucíferas”, señaló Pandolfi. Y agregó: “Esta vía emerge no solo como un regulador para el control del crecimiento del tumor, sino también como un talón de Aquiles al que podemos dirigirnos con opciones terapéuticas”.
Según explicó, el PTEN es uno de los genes supresores de tumores mutados, eliminados, regulados o silenciados con más frecuencia en los tipos de cáncer humanos. “Ciertas mutaciones hereditarias de PTEN pueden causar síndromes caracterizados por la susceptibilidad al cáncer y defectos del desarrollo”, precisó.
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Pandolfi y sus colegas identificaron las moléculas y los compuestos que regulan la función y la activación de PTEN. Mediante una serie de experimentos en ratones y células humanas propensas al cáncer, el equipo reveló que un gen llamado WWP1, que también se sabe que desempeña un papel en el desarrollo del cáncer, produce una enzima que inhibe la actividad supresora de tumores de PTEN.
EL brócoli aporta además calcio de elevada biodisponibilidad, por lo que se recomienda su consumo una vez por semana, ya que tiene un bajo aporte calórico y un alto valor nutritivo.
