El mundo de la música y del espectáculo está triste tras conocerse la noticia sobre el fallecimiento de Martín Carrizo, el hermano baterista y productor musical de Caramelito.
Hace varios años que el músico (quien formó parte de A.N.I.M.A.L., tocó con Gustavo Cerati y el Indio Solari, entre otros artistas) luchaba contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la misma enfermedad que obligó a Esteban Bullrich a dejar su banca en el Senado.
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Fue Caramelito quien anunció la muerte de su hermano en su cuenta de Instagram: “Decime por favor por dónde sigo (…) Martín falleció hoy 11 de enero a la madrugada. Su amor, su sonrisa, su música quedan en nosotrxs para siempre (…) Gracias queridos y queridas por tanto cariño, ayuda y apoyo incondicional. Le hicieron muy bien cada día. Infinitas gracias”, publicó.
Hace unos días, el 3 de enero, el músico había cumplido 50 años. “¡Hoy es mi cumpleaños! La verdad pensé que no pasaba de Navidad, pero acá estoy”, escribió entonces en su cuenta de Instagram. “Estoy terminando de trazar un nuevo protocolo para seguir buscando mi cura definitiva. ¡El 2022 me da muchas esperanzas! Sigo latiendo y respirando”, había comentado en la red social.
Qué es la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) afecta a las neuronas motoras que se encargan de transmitir las órdenes de movimiento desde el cerebro hasta los músculos. Por eso, los afectados pierden la movilidad de su cuerpo.
“Es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta a gente de 40 a 70 años. También puede aparecer en personas mucho más jóvenes: es el caso de Stephen Hawking, a quien le diagnosticaron ELA cuando tenía 21 años”, explicó el neurólogo Alejandro Andersson (M.N. 65.836). “No se compromete la sensibilidad, la visión, el oído, el gusto, el olfato, la inteligencia ni la capacidad de prestar atención. Se conserva la lucidez aún en las etapas más avanzadas de la enfermedad”, precisó el especialista.
Para Guido Vázquez, médico neurólogo (M.N. 154.081), es la segunda causa de discapacidad en las personas jóvenes luego de las traumatológicas, con un pico de aparición entre los 20 y los 40 años. “Esta es una enfermedad crónica neurodegenerativa progresiva, de etiología autoinmune, que compromete el sistema nervioso central, por la aparición de lesiones que afectan principalmente estructuras como la mielina”, definió.
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El experto sugirió que el tratamiento debe ser personalizado y tener una mirada holística, interdisciplinaria, que no solo se limite a la prescripción farmacológica, ya que son varias las aristas que se deben abordar.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Esclerosis Lateral Amiotrófica es una -no la única- de las enfermedades motoneuronales que padecen dos de cada 100.000 personas en el planeta. “Los tratamientos no pueden revertir el daño de la ELA, pero pueden retrasar la progresión de la enfermedad, y hacer sentir al paciente más cómodo e independiente”, aclaró Andersson.
Cómo se llega al diagnóstico de la ELA
Llegar al diagnóstico no es sencillo: desde la Asociación ELA Argentina explican que los primeros síntomas son muy leves. Algo de torpeza, debilidad moderada y un habla ligeramente desarticulada, pueden atribuirse a diferentes razones.
Una de las causas de la esclerosis lateral amiotrófica
La deficiencia de una enzima, la ciclofilina A, en las células puede causar esclerosis lateral amiotrófica, según un estudio realizado por investigadores italianos en el Instituto Mario Negri de Milan y en la Citta della Salute e della Scienza de Turín (en el norte de Italia).
Las conclusiones de esta investigación fueron publicadas en la revista científica Brain y suponen “un primer paso hacia el desarrollo de una terapia contra la ELA”, explicó la científica Valentina Bonetto, una de las autoras. El estudio fue efectuado en modelos animales y pacientes.
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“La ausencia de ciclofilina A (PPIA) en el modelo animal induce una enfermedad neurodegenerativa que es similar a la ELA y causa la acumulación anormal de la proteína TPD-43″, detalló Laura Pasetto, del Instituto Mario Blacks, primera autora del trabajo.
“Cuando PPIA está ausente, el modelo animal desarrolla los síntomas de la ELA con demencia frontotemporal, es decir, una disfunción motora progresiva, desinhibición y alteraciones del comportamiento en asociación con la muerte de las neuronas motoras y alteraciones de TDP-43″.
A partir de este descubrimiento, que confirma que en esta enfermedad las funciones protectoras de la enzima ciclofilina A son deficientes, se puede desarrollar “un enfoque terapéutico diseñado para restaurar estas funciones”, aseveró la especialista.