El gobierno de Estados Unidos ha estado indagando sobre los orígenes del covid desde que comenzó la pandemia. Durante la administración del expresidente Donald Trump, el secretario de Estado Mike Pompeo y algunos otros funcionarios del Departamento de Estado argumentaron que el virus era producto de la manipulación del gobierno chino como una potencial arma biológica. No obstante, en abril de este año, los servicios de inteligencia de ese país dijeron que “el virus COVID-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”.
Para estos exfuncionarios, esas conclusiones eran “apresuradas”. “Necesitamos asegurarnos de que lo que decimos sea sólido y sea aprobado por verdaderos expertos antes de correr el riesgo de avergonzarnos y desacreditarnos en público”, advirtió por entonces Christopher Ford.
Luego, Joe Biden asumió la presidencia de EE.UU. y solicitó (el 26 de mayo) que se investigara el origen del covid, es decir, si fue natural o creado/manipulado en un laboratorio. El informe del Consejo Nacional de Inteligencia, en conjunto con otros cuatro grupos de esta especialidad, sostiene que el coronavirus proviene de una persona que fue naturalmente infectada por un animal. No obstante, otro grupo se inclinó por la hipótesis de que el SARS-CoV-2 surgió por un accidente de laboratorio, mientras que otros tres grupos no dieron su opinión porque estaban indecisos.
De acuerdo con una fuente anónima que habló con CNN -según especificó la revista Nature-, parte de la investigación de la comunidad de inteligencia estaba dirigida a un “tesoro” de secuencias genéticas de virus asociados con el Instituto de Virología de Wuhan, en China.
La realidad es que agentes del FBI y la CIA viajaron a Nueva Orleans, Luisiana, el mes pasado para hablar con el virólogo Robert Garry sobre los orígenes del COVID-19. La visita fue parte de la investigación de 90 días de la comunidad de inteligencia de EE.UU. En tanto, Biden recibió el informe de la investigación el 24 de agosto pasado, cuyo resultado principal no es concluyente, a pesar de que la única conclusión posible sea que el coronavirus no se desarrolló como arma biológica y, según estiman, es poco probable que haya sido diseñado por el hombre.
Avril Haines, oficial superior de Inteligencia del gobierno estadounidense había advertido el 30 de junio en una entrevista con Yahoo News que los argumentos sobre el origen del covid podían ser distintos y no concluyentes.
Cabe recordar que el SARS-CoV-2 se informó por primera vez en Wuhan, China, donde un instituto líder estudia los coronavirus, lo que hace posible un escape de laboratorio. Desde entonces, expertos, incluidos científicos de laboratorios internacionales, intentan determinar cómo llegó al ser humano.
Stephen Morrison, director de Política de Salud Global en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington DC, señaló al respecto en la revista Nature: “Me alegra vernos teniendo una discusión más matizada sobre esto ahora”. Sin embargo, aún esperan datos concluyentes por parte de los investigadores estadounidenses.
Qué pasará ahora
Después de la publicación del informe el 27 de agosto, el presidente Biden emitió una declaración de que Estados Unidos continuaría rastreando los orígenes de COVID-19. Además, cuestionó a China por su falta de cooperación y presionó a los funcionarios de ese país para que colaboren plenamente con la investigación de fase dos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 16 de julio, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, describió las solicitudes para ese estudio. Entre otros trabajos que sugirió, estaban la investigación de animales vendidos en los mercados de Wuhan y una auditoría del Instituto de Virología de Wuhan.
También pidió rastrear la historia de las primeras personas que ahora se sabe que tuvieron COVID-19, y estudios en varios países sobre animales que podrían haber servido como huéspedes intermediarios, transfiriendo el virus desde, por ejemplo, murciélagos a los humanos. Sin embargo, el gobierno chino rechazó la solicitud para una auditoría de laboratorio.