La ivermectina es una de las 15 sustancias que actualmente son analizadas en el país para tratar el coronavirus, es decir, que cuenta con estudios clínicos autorizados por la ANMAT. Está permitida como medicamento antiparasitario, tanto en la medicina humana como veterinaria. Su eficacia contra el COVID-19 no está comprobada, pero la venta aumentó en los últimos meses porque algunas personas -incluidos médicos- la utilizan como un tratamiento preventivo.
El estudio en La Pampa
Utilizando estadísticas provenientes de la base de datos epidemiológica de la provincia, en la que se registran diariamente todos los casos diagnosticados, y del registro provincial de internaciones y defunciones relacionadas con el COVID-19, se pudo comparar la evolución clínica de los pacientes medicados con ivermectina con respecto a quienes durante el mismo período no la recibieron.
En conferencia de prensa, el ministro de Salud de La Pampa, Mario Rubén Kohan, el subsecretario de Salud, Gustavo Raúl Vera, la directora de Epidemiología, Ana Gabriela Bertone y Marcos Alejandro Mayer médico investigador del CONICET, informaron que, por tratarse de un fármaco que aún no ha sido aprobado para el tratamiento del COVID-19, su uso se realiza dentro de un marco de seguimiento especial denominado MEURI, definido por la Organización Mundial de la Salud, que establece los requisitos y cuidados que deben tenerse para el uso este tipo de fármacos en el contexto de una pandemia como la actual, en la que no se disponen de suficientes alternativas terapéuticas.
Los resultados preliminares
A partir del análisis de la evolución clínica de 2000 sujetos que ingresaron al programa ivermectina desde que se inició el 29 de enero hasta el 10 de mayo de este año y de 12.600 pacientes que fueron diagnosticados durante el mismo período, pero que no participaron de esta intervención monitoreada, se evidenció que, en mayores de 40 años, la frecuencia de internación en terapia intensiva fue cercana a un 40 por ciento menor en quienes recibieron ivermectina, mientras que el desarrollo de formas graves de la enfermedad (definido a partir de la admisión a terapia intensiva o el fallecimiento de los pacientes) fue un 35 por ciento menos frecuente en los pacientes tratados que en quienes no participaron del programa.
“Tras haber realizado un seguimiento activo de los pacientes tratados con ivermectina en la provincia hasta el día de la fecha, no recibimos reportes de reacciones adversas que nos indiquen que el fármaco, utilizado en las dosis y condiciones establecidas, resulte tóxico o con un perfil de seguridad inaceptable. Más aún, debido a que existían planteos respecto de si el uso de este fármaco en dosis altas podría llegar a resultar tóxico para el hígado, durante la primera fase del programa se realizó un seguimiento activo mediante estudios de laboratorio, a fin de detectar cualquier alteración en el hepatograma, no habiendo detectado alteraciones clínicamente significativas en ninguno de los casos”, aclaró Kohan.
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“Creemos que estos datos son alentadores y nos invitan a continuar en el camino iniciado en enero. No obstante, queremos destacar que estos resultados son preliminares ya que el programa continúa activo y diariamente se incorporan nuevos pacientes al mismo. Del mismo modo, dado que no se trata de un estudio clínico, sino del monitoreo de un programa de intervención, es necesario que surjan evidencias provenientes de ensayos clínicos antes de recomendar el uso de este fármaco por fuera del marco de intervención monitoreada que se está llevando adelante en la provincia. En especial, desalentamos fuertemente la automedicación por parte de las personas”, señaló el ministro.
Qué dice la ciencia sobre la ivermectina
“Hasta el momento, la evidencia científica en curso que evalúa el uso de ivermectina sola o combinada con otras drogas para la prevención y tratamiento de la infección por SARS-Cov2 es de muy baja calidad y no ha reportado datos claros de eficacia clínica. Se necesitan más estudios con mayor número de individuos para determinar este parámetro y otros asociados a eficacia clínica y seguridad”, expresa un comunicado de la Sociedad Argentina de Infectología.
En el comunicado, resaltan que es importante recordar que la ivermectina no es una droga inocua y aún a dosis terapéuticas puede provocar un número frecuente y considerable de efectos secundarios adversos, desde leves a graves.