Estar apurados nos lleva a cometer muchas equivocaciones. Y el comer de manera acelerada es uno de ellos. La masticación es, aunque no lo parezca, uno de los elementos esenciales en una buena alimentación. El procesamiento de la comida comienza desde el momento en que es ingresada a la boca para ser triturada, molida y cortada, para luego ser ingerida.
Muchas veces el estrés nos lleva a arrasar con el plato y no dedicarle los minutos necesarios. Comer rápido significa no masticar bien, un hecho que es más importante de lo que pensamos.
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Entre otras muchas funciones, masticar bien es vital para realizar una adecuada digestión. Por ello, los especialistas recomiendan masticar el mayor número de veces un alimento, si no nuestro organismo trabajará con mayor dificultad, entre otros problemas.
Tomarse el tiempo necesario
"Masticar bien supone conseguir una adecuada fragmentación del alimento ingerido para que pueda deglutirse adecuadamente, y que se pueda mezclar con los jugos salivares para dar comienzo a la digestión. Se conoce desde hace tiempo que el masticar lentamente, y en un número elevado de veces, facilita completar esta fragmentación del alimento", subraya el doctor Francisco José García Fernández, vocero de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), con medios españoles.
En este marco, subraya que, un estudio de la 'Experimental Biology Conference', demostró que masticar más de 40 veces suponía "un claro beneficio", provocando mayor sensación de saciedad, menor apetito y una menor ingesta global. De igual modo, añade el experto, este trabajo demostró un incremento en la absorción de nutrientes, probablemente por la mayor fragmentación y eficacia en la acción de las enzimas digestivas.
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Pautas
1 - Tener una adecuada higiene bucal. "La falta de piezas dentarias, la presencia de heridas en la mucosa y/o caries dentales dificultan la masticación, de manera que la comida se fragmenta insuficientemente, y además eleva el riesgo de impactaciones alimentarias", indica.
2 - Comer despacio, dando el tiempo suficiente para la masticación e ingerir fragmentos de alimento pequeños para que puedan ser masticados con facilidad.
3 - Evitar comidas a temperatura inadecuada que suponga molestias tenerlas en la boca excesivo tiempo induciendo una deglución precoz.
4 - Evitar hablar mientras se come.
Por qué es clave la masticación
La masticación da inicio al proceso digestivo. Rompe los alimentos en pedazos más pequeños que pueden deglutirse con facilidad. Al llegar al estómago de manera más fragmentada, éste tiene gran parte del trabajo realizado, de modo que reduce la fase gástrica de la digestión facilitando el vaciado gástrico. Las personas que realizan una ingesta rápida y con inadecuada masticación se las relaciona con mayores molestias digestivas a modo de pesadez, distensión abdominal, sensación de gases y digestión pesada, según la FEAD.
Asimismo, las personas que mastican poco y comen rápidamente tienen menor sensación de saciedad y comen mayor cantidad de comida. Al no masticar bien no es que el cuerpo trabaje el doble, sino que el estómago tiene que "trabajar mas" por lo que puede producirnos molestias durante la digestión, lo que comúnmente llamamos 'dispepsia'.