Un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) reveló que los cabezales de las duchas pueden contener “mico-bacterias no tuberculosas” relacionadas con una infección pulmonar.
Así lo explica un estudio publicado en la revista mBio. Los autores recolectaron muestras de biopelículas bacterianas de los baños de 656 hogares. Tras esto, corroboraron que en la ducha hay colonias de hongos que varían según la ubicación geográfica, la composición química del agua y la fuente de la misma.
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Diferente colonia según el origen del agua
Las micobacterias no tuberculosas eran mucho más abundantes en las regaderas que recibían agua del sistema de abastecimiento municipal en comparación con las que recibían agua de pozos, así como también eran más abundantes en los hogares estadounidenses en comparación con los europeos.
Los expertos sostienen que estos patrones probablemente se deben en parte a la diferencia de los desinfectantes para el agua a base de cloro. El material con el que está fabricado el cabezal de ducha también influiría en la acumulación bacteriana, ya que según el estudio, una mayor concentración de micobacterias se detectó en las regaderas metálicas que en las de plástico.
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Además se identificó que las micobacterias no tuberculosas prosperan en las regiones donde las enfermedades pulmonares son comunes. "Hay un mundo microbiano fascinante que prospera en su ducha y usted puede estar expuesto cada vez que se ducha", dijo Noah Fierer, coautor del estudio. "Las acciones, desde los tipos de sistemas de tratamiento de agua que usamos hasta los materiales en nuestras tuberías, pueden cambiar la composición de esas comunidades bacterianas", agregó Fierer, concluyendo que "definitivamente no hay razón para temer a la ducha".