Un equipo de Nueva York comprobó que a las mujeres con cáncer mamario que se hacían la mamografía anual se les detectó la enfermedad en una etapa más temprana y necesitaron menos terapias agresivas que a las pacientes que retrasaban o nunca se habían hecho la pesquisa.
"Este estudio es importante porque la investigación sobre el impacto de la mamografía se suele concentrar en su relación con la mortalidad del cáncer, en lugar del estadio tumoral y las terapias necesarias", informó la doctora Elisa Port, jefa de cirugía mamaria del Hospital Mount Sinai y directora del Centro de Oncología de Dubin.
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"El estudio demuestra que también está asociada con tratamientos menos complejos y un menor riesgo de efectos adversos indeseables que reducen la calidad de vida", agregó Port, que presentó el estudio en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Mamarios (ASBrS, por su nombre en inglés), en Orlando.
Su equipo organizó en dos grupos a 1.125 mujeres con cáncer de pecho detectado en el período 2008-2016: las que se habían hecho una mamografía dentro de los 24 meses del diagnóstico (73 por ciento), las que la habían postergado 25 meses o más (21 por ciento) y las que nunca se habían hecho una mamografía (6 por ciento).
Aquellas que habían demorado los estudios más de 25 meses eran significativamente más propensas a recibir quimioterapia y necesitar una mastectomía y disección axilar que las mujeres que se habían hecho el estudio en los 24 meses previos al diagnóstico.
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Entre las mujeres tratadas con cirugía (93 por ciento), aquellas con resultados mamográficos dentro de los 24 meses del diagnóstico tenían tumores significativamente más pequeños que las que habían demorado la pesquisa más de 25 meses (12,5 v. 14,5 mm). Los tumores más grandes (20 mm) se detectaron en el grupo que nunca se había hecho una mamografía.
"Esto era especialmente evidente en el grupo de 40-49 años, en el que aún persiste la controversia sobre la necesidad de indicar la mamografía", dijo Port. Recordó que el cumplimiento de las recomendación "sigue siendo subóptimo y datos recientes indican que el 60-70 por ciento de las mujeres que deberían hacerse la mamografía realmente se hace el estudio".
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De acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la mitad de las mujeres que se hace la mamografía anual durante 10 años tendrá un falso positivo, lo que produce ansiedad y lleva a indicar estudios adicionales con malestar físico.
