La pereza, uno de los siete pecados capitales, es una de las razones principales por las que la gente deja de lado el gimnasio o el ejercitarse. En alguna ocasión te habrás enfrentado a ese difícil momento en el que la fiaca se apodera de vos justo antes de tener que ir a entrenar y te dijiste “por esta vez no pasa nada”.
El problema es si en esta guerra interna la fiaca te gana la batalla de forma continuada hasta que se convierte en algo que ocurre con demasiada frecuencia. Porque puede terminar derivando en que te desalienta del todo a realizar actividad física.
No te desanimes, acá tenés algunas estrategias para que el cansancio no pueda con vos:
- Usá el refuerzo positivo como motivador: pensá en la recompensa que te darás si cumplís con el propósito fitness. Hacete un “autoregalo” o date un premio.
- Marcate un horario fijo de ejercicio: entrenarte siempre a la misma hora te va a ayudar a generar un hábito. para conseguir que se convierta en costumbre se necesitan entre uno y tres meses, por lo que en ese tiempo se debe ser muy estricto. Una rutina horaria puede ayudarte a alcanzar el objetivo.
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- Ve de menos a más: autoengañate al decirte que vas a correr solo 10 minutos. Una vez cumplido ese tiempo, añadí diez más y luego volé a hacerlo. De ese modo, conseguirás alargar el período de entrenamiento.
- Elegí ropa con la que te veas lindo: aunque no lo creas, verte bien vestido colabora a un mejor estado de ánimo. Si te vestís más dejado tenés más chances de que las ganas de entrenar se desvanezcan. Con asociaciones positivas el cerebro las asimila y genera mejor predisposición para tener más ganas de hacer cosas.
- Utilizá la música como herramienta para antes y durante: preparate para ir a hacer ejercicio con alguna canción. Mientras te vestís y armás el bolso escuchá alguna canción para ponerte en situación. Una vez ya en pleno entrenamiento, una buena playlist es tu mejor aliada para mantener el ritmo y la motivación altos.
- Buscate un compañero de entrenamiento: saber que tenés un compromiso con otra persona hará que bajarte de la cita te genere más culpa y sea menos probable que te saltes la actividad física.
- Marcate un objetivo: entrenar con algún objetivo en tu mente será un motor para no dejarlo. Por ejemplo si te anotás a una maratón o querés perder una determinada cantidad de kilos en un tiempo determinado.
