La actividad física aporta muchos beneficios para la salud, sin embargo realizada de forma excesiva puede ser contraproducente. Tal es el caso de la sanjuanina de 23 años que ahora pelea por su vida tras practicar electrofitness.
Hacer ejercicio físico en exceso puede ocasionar lesiones. Si no parás las articulaciones y los ligamentos no pueden descansar, están siempre sobre exigidos, con lo cual incrementás el riesgo de padecer fracturas y fisuras. Si a eso se le suma una mala alimentación podés incluso desnutrirte y perder masa muscular.
El corazón se resiente si lo frozás demasiado. Se trata de un músculo, con lo cual se debilita si tiene demasiado trabajo.
Otro riesgo derivado de esto es que podés contraer alguna enfermedad porque al estar el cuerpo agotado tu sistema de defensas baja.
Como cualquier abuso, puede ocasionar también irritabilidad, depresión y baja autoestima. Del mismo modo, puede producir trastornos del sueño ya que el cuerpo está acelerado por el exceso de actividad.
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Las mujeres deben afrontar una consecuencia negativa más de realizar ejercicio en demasía: puede causar amenorrea (ausencia de la menstruación), lo que conlleva la pérdida ósea. Teniendo en cuenta que el sexo femenino presenta una tendencia más elevada a padecer osteoporosis debido a la pérdida de los estrógenos que se producen en la menopausia, es un riesgo muy alto a tener en cuenta.
Qué es el electrofitness
El electrofitness es una actividad física que se realiza con electroestimuladores conectados al cuerpo a través de un traje de neoprene ajustado. La misma permite que todos los músculos trabajen a la vez, por lo que se incrementa el trabajo realizado durante el ejercicio.
Esta actividad ganó popularidad en Argentina cuando Gianinna Maradona compartió en su perfil de Twitter fotos de su entrenamiento en abril del año pasado. Asimismo, hay varios famosos que también son apasionados de este tipo de ejercicio, como el futbolista Gabriel Mercado, la actriz Silvina Luna o la modelo y abogada Alejandra Maglietti.
Es ideal para aquellos que no disponen de mucho tiempo para entrenarse dado que una sesión de 20 minutos equivale a tres horas de trabajo en un gimnasio. Sin embargo, para arrancar a practicarla se necesita un apto médico, como en cualquier otra actividad así como una supervisión por parte de un profesional que oriente. Puede hacerla cualquier persona sana pero no es recomendable para personas con patologías cardíacas, epilépticas o con enfermedades que afecten la circulación ni tampoco es para mujeres embarazadas.
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Un caso que alarmó a la población con respecto de este tipo de entrenamiento fue el de Victoria Gómez, una joven de 23 años que el lunes fue a probar una clase y ahora pelea por su vida. La rutina que realizó supuestamente fue tan fuerte que sufrió una descompensación general por el exceso de potencia.
