Los adolescentes se alarman cuando pasan horas solos y la interacción online no parece mejorar su estado de ánimo. Así lo revela un estudio publicado en Royal Society Open Science y realizado en la Universidad de Cambridge.
En el experimento, 40 jóvenes de entre 16 y 19 años fueron evaluados antes y después de unas horas de aislamiento con y sin sus smartphones. Los científicos descubrieron que los períodos de aislamiento, incluso cuando a los participantes se les permitía usar teléfonos, conducían a una mayor respuesta de alerta, como si los jóvenes sintieran la presencia de peligro.
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Los autores del estudio sugieren que el aislamiento y la soledad pueden provocar un estado mental de excesiva “vigilancia”, en definitiva pueden ponernos en alerta como si existiera una amenaza inminente con posibles efectos negativos en la salud mental de los adolescentes con el tiempo.
Según los investigadores, el aislamiento social podría contribuir al aumento de los trastornos de ansiedad entre los jóvenes, caracterizados por respuestas de miedo persistentes y amplificadas.
“Sin duda, como padre o madre puedes hacer mucho para ayudar a tus hijos adolescentes a evitar el aislamiento social. Una de las iniciativas más importantes es asegurarte de que tengan muchas oportunidades de socializar. Esto puede incluir anotarlos en actividades extraescolares: deportes, música, trabajo voluntario u otras. También, animarlos a hacer amigos entre sus compañeros de clase o simplemente dedicarles tiempo de calidad y estar con ellos en familia”, sugiere Mercedes Cimas, psicóloga clínica española con más de 15 años de experiencia y especialista en terapia indirecta para adolescentes.
En muchos países, se ha declarado una epidemia de soledad, por lo que los investigadores quisieron “inducir” la soledad en los adolescentes para estudiar sus efectos mediante una serie de pruebas.
Diez señales que pueden indicar que un adolescente se está aislando
- Falta de interés en actividades sociales
- Cambios en los patrones de sueño
- Cambios en el apetito
- Reducción de la comunicación
- Aumento del tiempo online: pueden pasar más tiempo online, especialmente en las redes sociales y los videojuegos.
- Cambios en el comportamiento escolar, como la falta de participación en clase o la disminución de las notas.
- Cambios en la apariencia persona, como dejar de ducharse o lavarse el pelo.
- Dificultad para expresar emociones, lo que puede llevar a una mayor sensación de soledad.
- Pérdida de energía y motivación
- Cambios en el estado de ánimo, como sentirse tristes o deprimidos con más frecuencia.