Cuando un nene se lastima, las alarmas se activan en los cerebros de los adultos y sentimos que la preocupación se apodera de nosotros. Corremos a ver qué sucedió y solo nos tranquilizamos cuando confirmamos que no es nada grave. A pesar de esta reacción, un grupo de psicólogos de la Universidad de Yale (Estados Unidos) reveló que se presta más atención al dolor de los varones que al de las nenas.
// Se puede medir el dolor a través de los gestos faciales
Para determinarlo, les mostraron a 264 adultos estadounidenses un video de un nene donde no podía apreciarse con claridad su género. Luego, los dividieron en dos grupos: a unos les dijeron que su nombre era Samuel y a otros, Samantha. Con esta información, les pidieron que puntúen la cantidad de dolor experimentada, en base a sus gestos y demostraciones.
De acuerdo a los resultados publicados en la revista científica The Journal of Pediatric Psychology, los participantes consideraron que el varón había sufrido un mayor dolor, a pesar de haber visto el mismo video. ¿Por qué sucedió esto? Los autores concluyeron que “los estereotipos explícitos de género –como por ejemplo que los hombres son más estoicos o que las mujeres son más emotivas– pueden sesgar la evaluación del dolor que hacen los adultos, a pesar de no estar probados científicamente”.
// Tomar de la mano a una persona alivia el dolor
Es importante destacar también que esta apreciación correspondió mayormente con la mirada femenina. Los hombres consultados tendieron a puntuar el dolor del nene y la nena de forma similar, mientras que las mujeres consideraron que el de los chicos era más agudo. “Fue como si pensasen: para que un varón exprese tanto dolor, debe estar sufriendo mucho”, reflexionó Brian Earp, autor principal del artículo, a la CNN.