El poeta español Miguel Hernández le dedicó uno de sus poemas más bellos -“Nanas de la cebolla”- a su hijo, Manuel Miguel. Allí, entre otros tantos versos maravillosos, le escribió: “Desperté de ser niño, nunca despiertes”. Y además le dejaba casi un manifiesto: “Ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo”.
De este lado del océano Atlántico, y muchas décadas después, un grupo de personas -agrupadas en una ONG- se empeña en cumplir con el espíritu de aquellas máximas. Y que los chicos no pierdan la risa, para el mundo conserve su luz.
La asociación civil Diversamente Posibles propone tender redes para facilitar actividades recreativas y deportivas para chicos con discapacidad. Pero además, ofrecen un dispositivo de surf con sillas anfibias y otro de bicicletas recicladas y reacondicionadas, todo pensado para que las utilicen personas con discapacidad. La misión central es promover lugares de encuentro, de respeto y convivencia, donde personas con diversidad funcional y sus familias puedan sonreír.
“Es lindo tener una actividad pensada para todos. Tenemos que dejar de ver a los niños con discapacidad como pacientes para toda la vida. Son personas con sueños y deseos que merecen ser cumplidos. Por eso queremos respeto y convivencia”, dice Ignacio José Calabró, director de la asociación civil Diversamente Posibles.
En el proyecto fue fundamental la creación de un espacio de encuentro inclusivo, donde se promueve la inclusión social a través del deporte. También realizan talleres de herrería, organizan eventos deportivos y dan charlas en escuelas. Además, reciclan y adaptan bicicletas adaptadas para personas con discapacidad.
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La organización se puede encontrar en Costa del Este, Partido de la Costa, y sus proyectos más conocidos son “DisfurtArte en Bici” y “DisfrutArte Surf”, donde más de 200 chicos con discapacidad anduvieron por primera vez en bicicleta y surfearon.
Además, cuentan con 12 sillas anfibias disponibles de manera libre y gratuita. “Nuestro granito de arena es promover sustentabilidad, reciclar y reutilizar materiales, brindando accesibilidad”, concluye Calabró.
Ríete niño, ríete siempre
En la organización Diversamente Posibles sostienen que “el trabajo de todos se justifica por diez minutos de sonrisas de los chicos”. Y ya llevan recicladas más de 30 bicicletas, que fueron aprovechadas por más de 200 chicos con discapacidad que anduvieron por primera vez. También ofrecen 12 sillas anfibias de manera libre y gratuita.
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Para que ningún chico se quede sin disfrutar. Todos tienen sueños y deseos que serán cumplidos.
