En todas las sociedades de aquí, de allá, en todas las épocas, se busca la belleza, el verse bien. Con el verano en puerta, las consultas aumentan porque hay personas que, además de cuidar la alimentación y tomar mucha agua, quieren sumar algún retoque sin requisitos especiales antes del tratamiento.
A medida que envejecemos, las células producen menos colágeno, lo que conduce a la flacidez de la piel y las arrugas. La laxitud de la piel ocurre alrededor de los 40 años, cuando la cantidad y calidad del colágeno comienza a disminuir.
Tratamientos médico-estéticos no quirúrgicos
Hay métodos no invasivos con aparatología de avanzada que ofrecen excelentes resultados sin pasar por el quirófano ni llenarnos de cremas o rellenos faciales. Un tratamiento seguro es el caso de la radiofrecuencia pixelada. El procedimiento no es doloroso. Se hace sin anestesia y es muy bien tolerado con poca recuperación.
Es una técnica muy utilizada desde hace tiempo en medicina. Produce una reacción en la piel por la producción de un arco plasmático que causa pequeñas injurias y transferencia de calor.
El plasma es el cuarto estado de la materia, es un gas ionizado que descarga su energía sobre la piel, tensando, mejorando superficie, cicatrices, estrías y corrigiendo la piel de los párpados donde también puede aplicarse.
Es necesario que antes de la sesión se unte una pequeña capa de anestésico tópico para aliviar la molestia que pudiera ocasionar. La radiofrecuencia pixelada puede hacerse a cualquier edad, siempre y cuando existan los problemas susceptibles a ser tratados con dicho tratamiento.
El hecho de que los pacientes experimenten menos molestias hizo que esta tecnología sea un éxito en la práctica.
En los tratamientos faciales, hay que repetir la sesión a las dos y cuatro semanas, dependiendo del caso. En los tratamientos corporales, las sesiones deben repetirse cada 30 o 45 días, variando el número de sesiones según resultados, ya que el organismo demora un mes aproximadamente para producir nuevo colágeno y nueva elastina.
Después de la realización de un tratamiento de radiofrecuencia pixelada pueden aparecer pequeñas rojeces, que pueden durar dos o tres días, pero que son pasajeras y se resuelven. La clave está en aplicarse esta tecnología en lugares especializados y con máquinas adecuadas.
A medida que la piel nueva reemplaza el tejido dañado, puede verse y sentirse un poco seca, una señal de que la curación está en marcha. La piel después empieza a verse mejor, más brillante y más fresca. Mejorará constantemente durante las próximas semanas con un efecto completo a los tres o cuatro meses.
(*) Irene Bermejo (M.N. 60.438) se formó como Dermatóloga experta en Láser. Cuenta con vasta experiencia en diversas instituciones de prestigio como el Hospital General Carlos Durand y el Hospital Rivadavia. Es miembro de la Sociedad Argentina de Láser y Tecnología Médica (SALTEM) y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).