Los hombres, al igual que las mujeres, necesitan del cuidado diario de la piel, hay algunos que son más proclives a ello y otros tienen más resistencia.
Si bien no poseen el hábito de las mujeres, las calidades diferentes de cutis y la necesidad frente a patologías de la piel van haciendo que el hombre se haga cada vez más adepto a querer sentirse y verse mejor.
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Una de las rutinas que hay que tener en cuenta es el tipo de piel: comparada con la de las mujeres, es más gruesa, tiene más glándulas sebáceas y tiene un tipo de oleosidad más importante. Entonces para que alguien pueda tener adherencia a un tratamiento, hay que considerar las características particulares y de esta manera será más fácil aceptar las indicaciones de un dermatólogo.
Hay hombres, por ejemplo, que tienen piel seca o que tienen eczema: estos entran en una categoría donde claramente la crema es la compañera ideal porque de lo contrario, la tirantez y el enrojecimiento les dificultan la vida cotidiana. Salvo estas excepciones, en general la piel del hombre es más gruesa, con un tamaño de glándulas sebáceas mayor, con más producción de cebo porque están ligadas a las hormonas masculinas. Entender este aspecto de la piel nos va a llevar a pensar que la rutina en el hombre debería ser: concreta, rápida y eficiente teniendo en cuenta las características de la piel.
Cuál sería una rutina adecuada para cada tipo de piel masculina
Limpiar, reparar y humectar, y obviamente ponerse protector, pero hablemos principalmente de la limpieza:
- Es necesaria una limpieza a base de gel que permita remover capa cornea, impurezas, células muertas, pero que sea tolerable por el paciente.
- Si se puede limpiar la piel día y noche, mejor. Si no, hay que limpiarla de noche sacando las impurezas del día, pero siempre recordando que durante las 2 o 3 de la mañana hay una mayor secreción sebácea por lo cual el paciente se va a sentir con la necesidad de lavarse por la mañana.
Seguido este paso donde la piel está preparada y limpia, recomiendo para los pacientes varones el Glicólico al 4. Es un ácido que le va a permitir descamar las células muertas con más naturalidad sin irritar, sin molestar, sin que se reseque la piel. Además, este ácido tampoco es fotosensible, por lo que se puede usar tanto de día como de noche, todo el año.
Sugiero que vaya seguido de una crema humectante que refresque la piel, que puede ser calmante a base de ginseng y niacinamida, que suaviza, no irrite, sea fluida y, sobre todo, genere confort y adherencia por parte del paciente para que este cuidado pueda formar parte del hábito cotidiano.
(*) Irene Bermejo (M.N. 60.438) se formó como Dermatóloga experta en Láser. Cuenta con vasta experiencia en diversas instituciones de prestigio como el Hospital General Carlos Durand y el Hospital Rivadavia. Es miembro de la Sociedad Argentina de Láser y Tecnología Médica (SALTEM) y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
