Cuando la pandemia de COVID-19 empezó, muchos de nosotros comenzamos a pasar más tiempo en casa. La ropa se volvió más informal, excepto algún momento en que asomaba una camisa de vestir aceptable para una reunión virtual. Ya nos acostumbramos a eso, pero el doctor Sean Peden, especialista en pie y tobillo ortopédico de Yale Medicine, EE.UU., está más preocupado porque las personas ya no hacen uso diario de un calzado de apoyo.
“Muchas personas continúan trabajando en casa a tiempo parcial o completo, lo que para algunos puede significar utilizar zapatillas anchas o caminar descalzos”, plantea Peden. “Y debido a eso, muchos pacientes vienen a nosotros con problemas en los pies”.
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Cuidar bien los pies no solo ayuda a evitar lesiones comunes como la tendinitis y fascitis plantar, también puede evitar que se desarrollen otros problemas en las caderas, las rodillas y la espalda, agrega. En casa o de vacaciones no hay que descuidar los pies y permitir que la piel se seque.
Zapatos cómodos para caminar y trabajar en casa
- Así como se elige un zapato apropiado para ir a la oficina, es importante poner el mismo interés en la selección de un calzado para utilizar en casa.
- No se recomienda caminar descalzo en casa por la misma razón por la que caminar descalzo afuera es desaconsejable. La ausencia de la amortiguación que proporciona el calzado aumenta la presión que el cuerpo ejerce sobre los pies.
“Todo tipo de calzado protege los pies. En el transcurso de semanas o meses, la tensión de caminar descalzo puede agregar un estrés significativo a los arcos, tendones, fascia plantar y articulaciones”, advierte. “Esto puede conducir a una variedad de complicaciones, desde afecciones menores como callos hasta problemas importantes como el colapso del arco”.
El experto sugiere que puede ser útil pensar en el calzado como si fueran unos amortiguadores y, según el tipo de cuerpo y la marcha, algunos de nosotros necesitamos más absorción de impactos que otros.
“Si tiene dolor en los pies, o ya tuvo problemas en los pies en el pasado, usar un par de lo que yo llamo ‘zapatos de entre casa’ o ‘zapatillas de la casa’ es una buena idea”, asegura.
Con eso, Peden se refiere a un zapato o zapatilla de suela dura y deslizante que se utiliza idealmente solo dentro de la casa para evitar traer suciedad o bacterias.
“Para ser práctico, propongo usar un zueco deslizante o zapatilla sin cordones. De esa manera, no hay que atarse y desatarse los zapatos 10 veces al día”, remarca Peden. “Una suela dura es importante porque cuanto más dura es la suela, menos estrés experimentan las articulaciones y los tendones en el pie con cada paso. La suela dura transfiere ese estrés al zapato en lugar de al pie”.
En general, hay que evitar las zapatillas mullidas y sin forma, aconseja. “Si estás en casa, puedes subir y bajar escaleras docenas de veces al día, o hacer tareas en la casa. Y esas no son actividades que tengan que ver con el calzado que no tiene ningún apoyo”, señala Peden. “Una buena regla general es que si no es algo en lo que puedas caminar unas cuadras cómodamente, tampoco debes usarlo en la casa todo el día”.